A 34 días de que Marisela Barboza inició una huelga de hambre para exigir tarifas justas de electricidad para los sanluisinos, su petición no ha sido atendida, y aunque no le gustaría desistir está analizando la posibilidad de terminar la manifestación de protesta debido a que empieza a presentar problemas de salud.
Marisela Barboza permanece en las afueras del Palacio Municipal desde el pasado 10 de agosto, y desde ese día a la fecha solo ha estado ingiriendo líquidos. Durante los primeros 20 días nada más tomó agua y después de este tiempo agregó sueros.
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La mujer de 46 años de edad comentó que a partir del 23 de agosto ha estado recibiendo, a diario, la visita del doctor Pedro Torres, titular de la Dirección de Salud Pública Municipal, quien le hace revisiones de presión arterial, oxigenación y otras.
La señora Barboza comentó que, hace alrededor de 4 días empezó a notar que su corazón late más acelerado, además ha estado sintiendo calambres y “hormigueos” en las manos, piernas y brazos, náuseas y hambre.
“Hace unos días se me bajó la presión. Creo que mi cuerpo ya está llegando al límite. Tengo miedo de desmayarme y caer al caminar. Si me preguntas cuánto tiempo más voy a durar aquí, ya no quiero dar fechas pues me puedo ir hoy en la tarde, mañana o dentro de 50 días. Ya no quiero dar fechas, nada más estoy sobreviviendo día con día”.
Agregó: “No quiero desistir, pero si sucede es porque me veré obligada a hacerlo, por mi salud. Estaré aquí (afuera del Palacio Municipal) hasta que mi cuerpo aguante”.
Marisela Barboza dijo estar muy desilusionada por la apatía mostrada por el Gobierno del Estado y el Gobierno de la República Mexicana de atender la petición de comunicarse con ella y comprometerse a establecer un precio justo en la energía eléctrica para la ciudad de San Luis Río Colorado, ya que en verano las familias deben decidir entre comer o pagar la “luz”.
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Para finalizar, expresó estar desilusionada del Gobernador Alfonso Durazo y del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quienes se refirió como personas insensibles que creen que dejar de comer es fácil. “Dicen que apoyan a las mujeres, pero a las que no les dan lata. López Obrador siempre ha dicho que es el jefe supremo por eso él debe de responder a mi petición. Dice que primero son los pobres, pues que lo demuestre”.