Antes de que Víctor Manuel Salcido Reyes confesara a su familia que sus preferencias sexuales estaban inclinadas hacia personas de su mismo sexo, vivía temeroso y ansioso, sin embargo, en el momento de darlo a conocer se sintió liberado y feliz por el apoyo que recibió, principalmente, de sus padres y hermanos.
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Víctor Manuel es un joven de 28 años que disfruta de la vida en plenitud, ya que ha logrado alcanzar las metas que hasta hoy se ha propuesto. Una de estas es tener su propia empresa y otra es convertirse en promotor y defensor de los derechos de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT+) en esta ciudad.
Platicó que tuvo una infancia y adolescencia muy bonita, la cual disfrutó con su familia y amigos. “Siempre me he sentido querido y apoyado por mi familia. En mi casa me enseñaron, desde niño, que siempre debo sentirme seguro de mí, eso me decía mi mamá. Nos enseñaron valores a mí y a mis hermanos. Nos enseñaron el valor del respeto. Respetar para que nos respeten”.
Manuel Salcido recordó que fue en la etapa de la secundaria cuando se dio cuenta que se sentía atraído por personas de su mismo sexo, pero antes de que esto sucediera tuvo novias. “Las mujeres me seguían mucho, hasta se peleaban por mí”.
Cuando estaba estudiando la secundaria sufrió bullying por parte de algunos compañeros de clases debido a que, por lo general, se juntaba más con las niñas que con los niños y por eso fue víctima de burlas y malos comentarios.
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SU FAMILIA LO APOYÓ
A los 15 años de edad empezó a salir con un joven que era mayor que él 3 años, con quien al poco tiempo inició una relación de noviazgo la cual ocultaba ante su familia y la sociedad por el miedo “al qué dirán” y al rechazo.
Al conocer a este joven, Manuel reafirmó que su orientación sexual era hacia los hombres. “Cuando este muchacho, que era un poco mayor que yo, me empezó a pretender, me di cuenta que me gustaba y ahí fue cuando estuve cien por ciento seguro que tenía preferencias sexuales distintas a lo que se considera normal”.
Aunque Víctor Manuel estaba seguro y aceptaba su homosexualidad, su familia no lo sabía, por lo que cada vez que salía con su novio tenía que mentir en su casa, diciendo que se reuniría con amigos.
“No me sentía del todo bien al no poder decir la verdad en mi casa, sobre todo, a mi mamá. Entonces, un día tomé la decisión de confesarles que soy ´gay´. Me acuerdo que esa noche iba a salir con mi novio y toda mi familia estaba sentada en la mesa a punto de cenar. Me acerqué y les dije: necesito confesarles algo, estaba muy nervioso y temeroso de la reacción de ellos, pero me animé a decirles que iba a salir con mi novio. Mi mamá se levantó de la silla y me abrazó, todos me abrazaron”.
Agregó: “Fue un momento bonito porque lloraron junto conmigo. Sentí todo su apoyo y me dijeron que ellos me aceptaban como soy. Me sentí liberado porque ya no iba a tener que esconderme ni sentir miedo por tener preferencias sexuales distintas. Mi familia siempre me ha respetado y apoyado en todo lo que hago. Somos muy unidos”.
Para finalizar, Víctor Manuel Salcido consideró que en la actualidad hay más personas de mente abierta que aceptan y respetan a los miembros de la comunidad LGBT+, lo cual se debe, en gran medida, a las marchas contra la homofobia que se llevan a cabo en esta ciudad desde hace varios años.