El optometrista Luis George Castellanos Conrado se ha hecho acreedor a un sinfín de reconocimientos por parte de instituciones educativas y asociaciones civiles, el más reciente le fue otorgado por la Universidad Xochicalco al cumplir 50 años de ejercer esta profesión.
Luis Castellanos, actualmente tiene 83 años de edad y es uno de los pioneros de la optometría en San Luis Río Colorado a donde vino a trabajar a una óptica en 1967 y 5 años más tarde emprendió un negocio propio del mismo giro.
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Se mostró complacido de haber recibido la placa de reconocimiento por parte de la Universidad Xochicalco por su trayectoria de más de 5 décadas de ejercer la profesión de optometrista y filántropo, así como por ser excelente padre de familia y un empresario ejemplar y aunque no es originario de esta ciudad, es considerado sanluisino.
“Agradezco a la Universidad Xochicalco y a mis hijos optometristas por este reconocimiento por mis 50 años en la profesión de la optometría. También doy las gracias a mis amigos y pacientes que con su preferencia han permitido que mi negocio Óptica Mérida siga adelante contando con moderno equipo y tecnología para atenderlos. Estamos actualizados y capacitados. Gracias al pueblo de San Luis Río Colorado por su apoyo y, sobre todo, a mi familia”.
Luis Castellanos se ha caracterizado por participar en agrupaciones altruistas para ayudar a la sociedad, pues desde hace 46 años forma parte del Club Rotario de San Luis. Además, ha hecho donativos de equipo de optometría a algunas universidades para que los estudiantes los utilicen y refuercen los aspectos teóricos que ven en sus clases.
El optometrista ha recibido reconocimientos por mérito empresarial por parte de organizaciones de México y de otros países como España y Alemania, lo cual lo impulsa a continuar poniendo empeño y dedicación a esta profesión a la que se dedica desde que tiene 19 años de edad.
SUS INICIOS COMO OPTOMETRISTA
Luis Castellanos nació en Mérida, Yucatán, en donde vivió con sus padres y hermanos, hasta que a los 12 años se fue a la casa de su abuela quien contribuyó a que él se convirtiera en un hombre de bien y en un empresario destacado.
Recordó que en su infancia y adolescencia tuvo muchas carencias pues pertenecía a una familia de bajos recursos económicos. “Mis padres tenían una tiendita en la que vendían cosas de mercería y de abarrotes”.
Debido a las carencias que tuvo en su niñez, Luis Castellanos busca, ahora que tiene la posibilidad, ayudar a quien lo necesita a través de su participación en el Club Rotario y también de manera individual, por eso ha hecho donativos en especies y ha colaborado con universidades.
Uno de los primeros empleos que desarrolló fue el de ayudante de su tío Manuel Castellanos quien era optometrista en Mérida, Yucatán, pero mientras aprendía el oficio no obtenía sueldo por lo que se vio en la necesidad de trabajar también en una panadería.
Fue así que inició su carrera como optometrista y ahora está cumpliendo medio siglo de ejercer esta profesión que le ha permitido salir adelante y sacar adelante a su familia.