La pandemia, en dos años, obligó al sector restaurantero a replantear estrategias, debido a que los desafíos que implantó fueron muchos, eso representó pérdidas, aunque ya se recuperó económicamente de la misma.
El representante del sector Francisco Chávez Flores, informó que los dos años anteriores fueron de mucha incertidumbre y mermas económicas, pero poco a poco comenzaron a recuperar el terreno perdido.
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“Estamos a media temporada de verano, y sí hemos recuperado demasiado de lo que perdimos durante esos dos años, pero lo mejor de todo, es que aprendimos mucho, en el manejo higiénico, operativo”.
Agregó que sí se han presentado bajas ventas, pero es por la temporada de verano y de las vacaciones de los clientes potenciales.
“Claro que nos recuperamos, y lo más importante, mejoramos todos, empezaron a ver más utilidades, había detalles que se atendían y que antes, no se les ponía suficiente atención”.
Expresó que, de alguna manera, la pandemia les enseñó a manejar mejor los recursos con los que contaban.
Lo que aprendieron
Los problemas que provocó la pandemia para el sector fueron devastadores, en el caso de los restantes, se aprendió a aprovechar al máximo los recursos con los que se contaban.
Mencionó que se trató a tener mejores controles de inventarios, que no se presentaran mermas en los alimentos, a cambiar procesos de manejo de la comida que ayuden a mantener la frescura y de esa forma, se reducían las compras masivas de insumos, por ende, los gastos se mantenían en niveles hasta cierto punto óptimos.
Indicó que tenían que comprar lo que iban a usar en el día, con el fin de no usar mucho los refrigeradores, por el gasto de luz excesivo que hay en los veranos.
“Esos son detalles que todavía siguen vigentes en mi establecimiento, y estoy seguro que en los de muchos de mis colegas también”.
Dijo que también el personal aprendió mucho en ese tiempo, por lo que esos métodos de control del establecimiento, en sus diferentes rubros, se mantienen a la fecha.
Diálogo
Uno de los problemas que representó la pandemia, fue que muchos locales comerciales se vieron obligados a despedir trabajadores, creando un nivel de desempleo muy elevado.
Manifestó que tuvo un diálogo muy bueno con sus empleados, quienes, a pesar de las bajas ventas, no tuvo que dar de baja a ninguno de ellos.
“Al contrario, hablé de frente con ellos, les dije que no hay para todos, pero lo que haya lo íbamos a repartir entre todos, y así fue, por casi seis meses”.
Añadió que muchos de ellos tuvieron que adaptarse a las condiciones que dictó la pandemia, que no eran las mejores, pero salieron adelante por el bien de la empresa y de ellos mismos.
Manifestó que se vio en el dilema de desprenderse de bienes para sacar adelante la nómina, porque fueron tres meses en que no salía para ella.
“Tuve que echar mano de muchas cosas para sacar el trabajo adelante, lo que se tuviera a la mano para salir avante”.
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Externó que prácticamente, en términos generales, todos los restauranteros pasaron por lo mismo, unos con más dificultad que otros.
