En esta ciudad más de 120 personas trabajan en la pepena de basura en el relleno sanitario que se encuentra al sur de la mancha urbana, quienes en temporada de verano deben soportar temperaturas de hasta 50 grados centígrados y permanecer durante varias horas directamente bajo los intensos rayos del sol.
Para llevar el sustento diario a sus hogares, hombres y mujeres se dedican a recolectar materiales reciclables en el “basurero municipal”, principalmente, botellas y otros objetos de plástico y metal que son los que mejor se pagan en las empresas recicladoras.
Trabajar en la pepena de basura conlleva altos riesgos como la posibilidad de que las personas dedicadas a esta actividad contraigan enfermedades leves o mortales por el contacto con diversos agentes infecciosos que están en la basura. Además, durante el verano aumentan las posibilidades de que sufran deshidrataciones, insolaciones y golpes de calor, pues en San Luis Río Colorado las temperaturas oscilan entre los 47 y 50 grados centígrados.
De acuerdo con el reciente monitoreo del clima, la Dirección de Protección Civil y Bomberos Municipales informó que esta semana se registran temperaturas máximas de 46 centígrados.
A este pronóstico lo acompaña el registro de humedad del ambiente del 24 al 33%, y con un cielo con exposición total del sol, por lo que se contempla que en la región esta semana la sensación térmica es mayor a la registrada.
Los pepenadores de basura señalaron que para protegerse del sol utilizan ropa de manga larga y se cubren la cabeza con una gorra o sombrero y tratan de mantenerse bien hidratados tomando agua y sueros; además en el transcurso de la jornada laboral hacen recesos para reponerse del cansancio físico.
Cada persona que trabaja en el “basurero municipal” tiene flexibilidad de horario pues programan sus jornadas de trabajo de acuerdo a sus necesidades, sin embargo, la mayoría destina alrededor de 6 horas diarias a la recolección de desechos.
Actualmente por el calor, acuden a este lugar en la mañana, muy temprano, o por las tardes ya que baja el sol; incluso hay quienes trabajan durante toda la noche para no sufrir por las altas temperaturas.
El monto que los pepenadores obtienen de la venta de los materiales de reciclaje varía, pues algunos manifestaron que ganan, por día, 200 pesos y otros más hasta 600 pesos, dependiendo de la suerte que tengan de encontrar plástico y metales.
Al momento de hurgar la basura, algunas personas se han encontrado objetos de valor como joyas de oro y plata, así como dinero en efectivo. Uno de los entrevistados aseguró que en una bolsa de dama encontró 2 mil 300 pesos que le fueron de gran utilidad para cubrir gastos de su casa.
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También existen casos de personas que viven en las inmediaciones del relleno sanitario, prácticamente rodeados de basura. Ahí construyeron sus viviendas con pedazos de tela, cartón, láminas y madera.
Viven de la basura
Julio César Camacho, de 36 años de edad, dijo que trabaja en una llantera, pero en sus ratos libres acude al “basurero” a juntar materiales de reciclaje, sobre todo metal, con la finalidad de obtener un ingreso económico extra para sostener a sus 2 hijos de 4 años y 8 meses de edad.
El señor José Castro, de 45 años, indicó que desde hace 3 años se dedica a la pepena de basura. “Le dedico unas 4 horas al día a buscar cosas que puedo vender. En tiempo de calor trabajo o muy temprano o muy tarde ya que baja el sol”.
Agregó que tiene su casa en el relleno sanitario. “Antes vivía en una casa de campaña y ahora vivo en una casa que hice con cobijas y pedazos de madera. No tengo ni luz ni agua por eso me baño en el canal y compro agua para tomar”.
Mencionó que se protege del sol con un sombrero y que hasta el día de hoy no se ha sentido mal por el calor, considerando que su cuerpo ya se acostumbró a las altas temperaturas.
En tanto que, Damián Estrada Valenzuela, de 42 años, destacó que tiene 8 años trabajando en la pepena de basura en donde recolecta botellas de plástico y también, a cambio de una propina, ayuda a las personas que acuden a tirar la basura de sus casas.
Damián contó que debido a que sus padres eran de escasos recursos económicos no tuvo la oportunidad de estudiar por lo que solo cursó hasta el segundo grado de primaria. “Claro que sí me hubiera gustado estudiar para tener mejores oportunidades y tener un mejor trabajo”.
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Añadió: “Me gusta este trabajo, pero sí es muy pesado. Aunque a veces te encuentras cosas buenas. Una vez me encontré 2 mil 300 pesos en una bolsa de mujer y otra vez me encontré joyas de oro y plata”.
María López, de 40 años de edad, trabaja en el relleno sanitario desde hace 6 años. Tiene 7 hijos de 22, 20, 18, 14, 11, 8 y 5 años. Por día, logra ganar alrededor de 300 pesos.
Refirió que para soportar las altas temperaturas mientras trabaja descansa bajo la sombra y toma mucha agua o sueros.
En temporada de verano trabaja de las 5:00 a las 10:00 de la mañana, para evitar complicaciones de salud derivadas del calor, pues ha habido veces en que se ha sentido débil y ha sufrido deshidrataciones.
Por último, externó que 72 personas integran el Sindicato Único de Pepenadores de San Luis y alrededor de 50 personas más tienen un permiso especial para ingresar al relleno sanitario a pepenar basura.
