“La adolescencia es una de las etapas mas fuertes y desgastantes física y emocionalmente para los muchachos que se encuentran en ella y para los padres, la pregunta mas frecuente que me hacen es ¿Qué hago? Preocupaciones, desacuerdos y peleas es cosa de todos los días y el mejor consejo que yo les puedo dar es no atacar actitudes” es lo que comenta la psicóloga Dianney Díaz.
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La situación se complica aún más con las generaciones que entraron a esta etapa durante la pandemia debido a que por sí mismo la adolescencia es un proceso de individualización, durante aislamiento ni siquiera se tiene un grupo con el cual se puede interactuar o compartir más allá de un mensaje.
“Todo mal comportamiento trae un mensaje, si tu hijo o hija no se está presentando a clase, dice que va pero no lo hace la responsabilidad de los padres es encontrar el por qué, a lo mejor la molestan en su escuela, tuvo alguna pelea con algún compañero o simplemente sus acciones están gritando que necesitan de tu atención y la mayoría de las ocasiones en lugar de seguir adelante con un regaño que podría generar una respuesta negativa lo mejor es hablar y hacer el llamado de atención, claro, pero no enfocado en una acción” es lo que comparte Javier Aristeo, director de la unidad de Salud Mental.
En promedio las cifras locales arrojan que son entre el 20 y el 30% de la población que se encuentra en la etapa de adolescencia quienes hasta este momento se encuentran recibiendo atención psicológica, asesoramiento que les ayuda con la resolución de problemas que se presentan durante el desarrollo.
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“Sin minimizar las acciones que la adolescente realiza es como se debe de abordar el tema dentro de la convivencia familiar, el entorno de la persona es sumamente importante para detectar aquellos factores a los cuales se encuentra expuesto diariamente, son nuevas las maneras que tienen los chicos de relacionarse y muchas veces no están al alcance del entendimiento de los adultos pero esto no significa que no deba de ser sin valores, ya que todo viene de casa”
