Lorena Jiménez: Una vida de superación y optimismo tras la pérdida de la vista

Lorena Jiménez Rivera comentó que, aunque ha aprendido a vivir sin el sentido de la vista; en un principio, no sabía qué dirección tomaría su vida. Incluso, sufrió depresión

Gloria Negrete / Tribuna de San Luis

  · martes 17 de septiembre de 2024

La señora Lorena Jiménez Rivera comparte sus conocimientos de manualidades con otras personas ciegas y débiles visuales que integran la asociación ENULUVI Foto: Julio Espinoza / Tribuna de San Luis

Perder el sentido de la vista no ha sido impedimento para que Lorena Jiménez Rivera deje de luchar por vivir en plenitud y ver la vida con optimismo pues considera que la vida sigue y cuenta con sus pies para avanzar.

Lorena Jiménez tiene 58 años de edad y se dedicó a la docencia durante 23 años. Contó que cuando tenía 21 años de edad empezó a perder la vista gradualmente hasta que un día, hace 21 años, quedó ciega.

Invitan a personas ciegas y débiles visuales a formar parte de “ENULUVI” en donde participarán en terapias de autoayuda y aprenderán a crear manualidades Foto: Julio Espinoza / Tribuna de San Luis

“Dejé de ver a mis hijos cuando tenían 9 y 5 años. Estaban muy pequeños. Luego de 23 años de trabajar en la educación, hace poco más de 16 años me integré a grupos de ciegos. Formo parte del ENULUVI (Asociación de Ciegos y Débiles Visuales). En ENULUVI empecé a enseñar manualidades, lo primero fue a hacer bufandas, coronas de dulces para navidad, coronas de flores para el Día de Muertos, llaveros, rosarios, diademas, etcétera”.

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“También estudiamos el sistema Braille, la movilidad del bastón para ciegos. Aparte soy terapeuta, doy masaje holístico sueco; estudié danza, karate, mecanografía sin ver, panadería y herbolaria. Me he seguido preparando. Además, estudié la preparatoria para personas con discapacidad”.


La señora Lorena Jiménez Rivera comparte sus conocimientos de manualidades con otras personas ciegas y débiles visuales que integran la asociación ENULUVI Foto: Julio Espinoza / Tribuna de San Luis


Lorena Jiménez comentó que, aunque ha aprendido a vivir sin el sentido de la vista; en un principio, cuando quedó ciega, no fue fácil afrontar esta situación ya que en ese momento no sabía qué dirección tomaría su vida. Incluso, mencionó que sufrió depresión y la invadió la incertidumbre, pero con el paso del tiempo ha salido adelante. “Gracias a Dios he salido adelante. Dar clases de manualidades a mis compañeros de ENULUVI me gusta porque me ayuda a distraerme”.

Al perder la vista tuvo que aprender de nuevo a cocinar, a tomar el transporte público, a hacer sus actividades cotidianas. “Tuve que hacer a un lado el miedo de salir a la calle. Me he dado cuenta que siempre hay alguien que te ayuda en cualquier lugar. Es desesperante no ver, para nosotros el día y la noche son lo mismo, pero la vida sigue. Nuestros pies son para avanzar. Tenemos que continuar porque hay mucha gente que nos quiere y también debemos seguir por nosotros mismos, debemos querernos más, cuidarnos, cuidar nuestro cuerpo y nuestra salud, querernos más”.