Para Yadira Estrada, el ser taxista es una profesión difícil, pero satisfactoria, y por el hecho de ser mujer, por eso, creó una plataforma este año en las redes sociales, bajo el título de “Taxi Rosa” y vio que los resultados fueron positivos, decidió pintar su taxi de ese color.
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“Hay varias muchachas trabajan en el equipo en diferentes sindicatos y me están apoyando en los servicios, como es un solo vehículo, no puedo abarcar todo San Luis, y ellas no pueden salir mucho a la luz, porque pertenecen a algún sindicato y no las dejan actuar”.
Agregó que ella en lo personal, no tiene ningún problema con las organizaciones sindicales, puesto que se acaba de independizar y puede trabajar libremente.
Expresó que las personas que trabajan y/o estudian, se sienten más cómodas y protegidas con una mujer haciéndose cargo de la conducción de un taxi.
Aclaró que no se dedica exclusivamente a llevar mujeres, sino a ambos sexos, y ahora por la situación provocada por le Covid-19, hay personas que no quieren abordar un taxi con cuatro o cinco personas.
Yo lo que hago es darles confianza a las personas, por ejemplo, a una muchachita de 14 años puede ir con una amiga
“Ellos me habla y me piden un servicio especial, que vaya yo a sus casas y las llevo exclusivamente a donde me indiquen y le cobro un especial para ellas solas, y también puedo hacer eso con un hombre, mi taxi es colectivo y no tengo problemas con eso”.
Añadió que durante el trayecto no “levanta” a nadie, hasta completar el viaje de la persona, y eso les da confianza a sus clientes de la ciudad.
Reiteró que a la gente le ha gustado mucho el servicio, y así se evitan a andar con mucha gente por lo del Covid-19.
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“Esto del Covid-19 desgraciadamente trajo mucho problema de violencia intrafamiliar, yo lo que hago es darles confianza a las personas, por ejemplo, a una muchachita de 14 años puede ir con una amiga”.
Manifestó tener casi siete años de experiencia y mucha gente la conoce, por lo que se decidió pintar su taxi de color rosa, para que la gente la identifique y con eso no piensa tener problemas para ello.
Su sueño es formar una flotilla de taxis rosas, que solo sean mujeres las que los conduzcan y presten sus servicios.
