Al aproximarse el 2 de noviembre, “Día de Muertos”, se retoman algunas leyendas urbanas que abordan situaciones paranormales que, supuestamente, suceden en diversos barrios de la ciudad teniendo como actores principales a personas que vienen “del más allá a visitar a los vivos”.
Una de estas leyendas es “El fantasma de la calle 13” contada por Ramón Noriega Rascón, en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado”.
El escritor narra que la gente que vivió en la década de 1950 y 1960 seguramente alguna vez escucharon el relato sobre esta señora de quien se decía se paseaba todas las noches en las que la luna brillaba por su ausencia, ataviada con un hermoso y difuminado vestido de encaje amarillo.
Muchos de los que la vieron dicen que es hermosa, de tez morena y cabello rizado y los viejos recuerdan que se empezó a ver desde aquellos tiempos inmemorables cuando el caserío de la zona era una mancha dispersa y poco poblada.
Afirman que entre flotaciones y un caminar acompasado aún se desplaza por la calle 13. ¿Les dice algo ese número?
Fantasma sin identidad
La mujer camina desde la avenida Revolución pasando por la Félix Contreras y la Zaragoza y termina por desaparecer en las proximidades de las derruidas paredes de lo que hace muchos años fue abarrotes Jiménez y después abarrotes Ulises.
Según dicen, la mujer sale de las cercanías de otras ruinas de una tienda de abarrotes que se llamaba “La fama número 1” que se encontraba en la esquina de la avenida Revolución y la calle 13 y avanza en forma apenas distinguible, parecida más a una sombra neblinosa, hasta desaparecer 3 cuadras hacia el norte. Sin ser esta una constante, ya que también se le ha visto por las avenidas Madero y Carlos G. Calles.
Nadie sabe quién fue esta mujer, a qué se dedicó o qué quiere. Sin embargo, se dice que su penar está relacionado con acontecimientos sobrenaturales que sucedieron en una casa de color gris que estaba en la avenida Zaragoza y calle 13.
“Quienes alguna vez residimos en ese barrio sabemos que ambas tiendas de abarrotes fueron contemporáneas y que surgieron años después de que la famosa casa ploma se construyera, pero sin saberse por qué extrañas razones no fue habitada durante muchísimos años”, detalla.
Lo extraño de todo esto, concluyó, es que las leyendas de aparecidos y fantasmas que escuchaba en su infancia, están relacionadas con la calle 13.