Del sabor de las comidas tradicionales de Cuba disfrutan los extranjeros y connacionales que a diario atiende la casa del migrante “La divina providencia”, ya que la sazón del joven Deiler Pérez Poi va en cada platillo que en la benemérita dependencia se prepara.
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Desde el acompañamiento de frijoles negros, el arroz blanco con pollo estilo cubano y los picadillos guisados con verduras forman parte del menú que el joven nacido en Cuba cocina para alimentar a sus compañeros y a los deportados que se refugian en el recinto.
“Me gusta preparar comidas diferentes cada día, desde platillos muy mexicanos con toques cubanos o cubanos con toques mexicanos; lo he aprendido aquí en la casa del migrante y a la gente le ha gustado mucho”, expresó.
“La mayoría de las veces preparo comida mexicana, pero siempre le meto un estilo cubano, por ejemplo, si preparo algo fuerte con carne o pollo, lo acompaño con arroz moro cubano. Me gusta variar pues ambas gastronomías son muy buenas”, agregó.
Además de preparar los alimentos en la casa del migrante de San Luis Río Colorado, Deiler tiene la oportunidad de recordar a su extrañada Cuba, ya que actualmente no es el único extranjero de dicho país que se encuentra en esta frontera, frenado por la crisis sanitaria.
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RECUERDA A SU CASA
Para Deiler, así como para sus compatriotas el estar lejos de casa es una nostalgia diaria, pues saben que han decidido dejar todo atrás para abocarse a una nueva vida, por lo que el volver a casa y con los suyos, no les es posible, o al menos no por el momento.
“Yo pienso que la comida nos hace sentir un poco como estar en Cuba, el sabor y los olores son los mismos, entonces a pesar de estar lejos y sin estar seguros de qué es lo que va a pasar con nosotros, también hay momentos muy similares a los que vivíamos cuando estábamos allá”.
SIN PODER VOLVER A CUBA
Desde iniciada la pandemia emanada del nuevo coronavirus, el gobierno de Estados Unidos detuvo las citas de los interesados en solicitar ayuda del tipo humanitaria de su gobierno, lo que causó que miles de ellos permanezcan varados en las ciudades frontera del lado mexicano a la espera de que todo vuelva a su curso regular.
Deiler Pérez Poi, el joven de 20 años, es uno de esos migrantes, quienes se encuentran varados en “La divina providencia”, luego de huir de los conflictos políticos de su país natal, es uno de los extranjeros que se encontraban a punto de tener la oportunidad de solicitar de Estados Unidos un asilo político.
Aunque al enterarse de que las citas con el juez se postergaron por meses, muchos de los inscritos en la lista, decidieron volver a casa y desde allá esperar a que el acceso se reabra, ni Deiler, ni sus compañeros cubanos tienen la opción de regresar a su país, ya que se enfrentarían a problemas con el gobierno por haber abandonado su patria en busca de un mejor futuro.
DESTACADO: Desde su llegada a la casa del migrante, Deiler Pérez Poi se ha convertido en uno de los cocineros del lugar, desde donde tiene la oportunidad de preparar platillos típicos de su natal Cuba