Un grupo de mujeres que se autodenominan “Las pejerreinas” instalaron un módulo informativo en el Golfo de Santa Clara para orientar a los visitantes sobre el proceso vigente de desove del Pejerrey.
Personal de Pronatura Noroeste dio a conocer que el desove del Pejerrey es un acontecimiento poco común que tiene lugar anualmente en las playas del Golfo de Santa Clara, en el estado de Sonora, unos 100 kilómetros al sureste de San Luis Río Colorado y la frontera con Arizona.
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La labor de las “pejerreina” es orientar a los usuarios de la playa para que disfruten mejor esta experiencia, por lo que instalaron un módulo informativo que permanecerá abierto de 10:00 a 18:00 horas los viernes, sábados y domingos del 18 de marzo al 8 de mayo, así como toda la Semana Santa.
SOBRE EL PROCESO DE DESOVE
El Pejerrey es una especie endémica del Alto Golfo, similar a la sardina, de color plateado, con la piel ligeramente traslúcida y una longitud de 15 a 25 centímetros. Entre los meses de marzo y junio aparece formando cuantiosos cardúmenes muy cerca de la orilla.
En la información que maneja Pronatura Noroeste se resalta que las hembras aprovechan la marea alta y salen del agua unos segundos para enterrar su cuerpo y desovar en la arena. A su alrededor se agitan con fuerza los machos para liberar el semen y así fertilizar los huevos.
El efecto visual es muy llamativo, por el movimiento frenético de los peces en la orilla y el color plateado que tiñe la playa. Esto atrae a visitantes y pobladores locales, que en años anteriores solían invadir la zona y alteraban el desove de la especie. Incluso se han registrado acciones mucho más invasivas, como el uso de autos, motocicletas y cuatrimotos en la playa, generando un fuerte ruido y contaminación que alteran el comportamiento animal.
Por lo anterior, Pronatura Noroeste identificó la zona de mayor concentración de peces y colocó un cerco temporal de 350 metros de longitud, lo cual permite a los visitantes disfrutar del singular fenómeno a una distancia adecuada y segura. El cerco permanecerá toda la temporada de desove e incubación, incluyendo los días posteriores al frenesí reproductivo del Pejerrey, cuando los pececillos recién nacidos salen del huevo y son llevados al mar por el oleaje.
El cerco protector no solo beneficiará a centenares de miles de pejerreyes, sino también a numerosas aves marinas, como pelícanos, charranes y gaviotas que aprovechan la abundancia de peces para alimentarse.
A éstas se suman las parvadas de aves playeras migratorias provenientes de Alaska y Canadá, que hacen escala en el Golfo de Santa Clara en sincronía con el Pejerrey. Aquí se alimentan y retoman fuerza para continuar su largo viaje al sur.
Algunas de estas especies son el Playero rojizo del Pacífico (Calidris canutus roselaari), que se encuentra en peligro de extinción, y el Playero blanco (Calidris alba), entre otras.
También por parte Pronatura Noroeste se hizo referencia que, como parte del trabajo en educación para la conservación, llevan a cabo actividades lúdicas y talleres para docentes y líderes comunitarios, así como recorridos guiados con alumnos de primaria, secundaria y bachillerato.
Lo anterior, para permitir que los estudiantes conozcan el sitio y aprenden acerca del pejerrey y de las aves playeras.