Estefanía Vidales, una joven mujer de 25 años, quien se dedica a vigilar la seguridad del municipio, desde su puesto de policía en la Secretaría de Seguridad de San Luis Río Colorado.
Cuenta que a su corta edad, no se explica cómo ha librado diferentes batallas que le ha enviado la vida y que ha tenido que sobresalir a estas, sí con el apoyo moral de algunos familiares, pero a la vez tomada de la manita de sus pequeños hijos.
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El trabajo que tiene, la ha obligado a enfocarse en lo que quiere, le ha regalado la felicidad más grande al encontrar el amor ahí mismo, con el que procreó sus dos más preciados tesoros: sus hijos, pero a la vez, le ha arrancado de la manos la felicidad con la que vivía hace apenas dos años.
Ser policía dice, es un sueño cumplido, una meta que tenía desde que era pequeña, pues añoraba portar el uniforme como lo hacían otros policías que veía pasar cuando era una niña.
Entonces, al cumplir sus 18 años, entró a la academía donde se preparó de manera profesional, para ser policía y por fin llegar a la corporación en 2018.
“Era una meta que me propuse, me llamaba mucho la atención el uniforme, siempre era como que yo quiero traer el uniforme, yo quiero portar el uniforme y pues cuando me lo propuse pues ya al tiempo ya estaba aquí”.
Ahí se encontró con Gerardo un oficial que ya tenía más de 10 años en la corporación y con quien “dio el flechazo”, sin saber que al poco tiempo lo dejaría ver para siempre, pues fue víctima de la delincuencia que le arrebató la vida.
“Lo más difícil de ser mamá es no saber ser mamá y quedarme sola con ellos. Al papá de mis hijos lo mataron hace dos años, él iba saliendo de trabajar, y yo creo que es lo más difícil, porque mi bebé estaba chiquita y yo estaba embarazada cuando pasó lo de él. Justo pasó después de haberme colgado con él, porque me había avisado que ya venía y yo le decía que lo estaba esperando con la comida. Minutos después recibo un aviso de lo que había pasado”.
Esto la llevó al borde de la depresión, enlutó su felicidad y truncó la oportunidad de que sus hijo e hija, pudieran grabar en su mente una imagen con papá.
“Yo creo que nadie está pensando en morir, aunque trabajes aquí y para nosotros como pareja no era tema de conversación aunque sí lo llegamos a platicar, porque para nosotros todo era luna de miel todavía, pero sí tocamos el tema en algún momento pero como cualquier pareja platica qué va a pasar en caso de que alguno de los dos no esté”.
No ha llorado lo necesario dice, si no lo suficiente, porque recibe en la espalda palmadas que le recomienda que se calme, que tiene que ser fuerte por sus hijos y que tiene que salir adelante, sin saber aquella persona que la consuela, como se siente realmente.
“Yo ni siquiera he podido pasar mi luto ni he llorado lo que tenía que llorar porque todos en el momento más duro me decían que tenía que ser fuerte, sin contar que estaba en un momento de reflectores hacía mi por lo que había pasado con mi esposo”.
Estefanía ha tenido que entender que “así es esto de ser policía” que a veces la gente no entiende que ellos están para hacer guardar el orden y se molestan y entre esas personas puede haber alguno que decida terminar con la vida de alguno de ellos.
En el reconocimiento a ella por ser mamá y a la vez sobrellevar el ser policía, también se encuentra el reconocimiento a la madre de Estefanía, pues ante el reto que vive su hija, ha cambiado su vida, para apoyarla en el cuidado de sus nietos.
“Mi gran apoyo es mi mamá, porque yo digo que tener que dejar a mis hijos tanto tiempo, es lo más difícil, aunque no están solos porque los cuida ella y es como si yo lo hiciera”.
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La abuela de estos niños, ha decidido cambiar su vida por completo y dejar su estancia en otra ciudad, para quedarse con ellos y dedicarse a los dos mientras Estefania trabaja, entonces apoyar a que ella salga adelante, tanto en lo laboral, como en lo personal.
“A mi me cambió la vida en un abrir y cerrar los ojos al ser mamá y luego al quedarme sola con ellos, pero a la vez, cambió la vida de mi madre, que ha decidido dejar todo por apoyarme, qué importe es la mamá en la vida de uno”.