Sin importar el giro del negocio que se emprenda, si eres persistente y dedicado a la actividad que realices, tarde o temprano llegará el éxito y se colocará en el gusto de los clientes.
Así lo expresó la señora Migdalia Lacarra Mange, quien hace 22 años llegó a San Luis Río Colorado procedente de Caborca, Sonora, y aquí encontró su porvenir dedicándose a la venta de “burritos” de guisado.
Recordó que en Caborca hacía tortillas de harina para vender por paquete, de las llamadas “sobaqueras”, pues cuando tenía 9 años de edad su mamá le enseño a cocinarlas y desde entonces las elabora.
En San Luis hace 11 años instaló un negocio de venta de burritos, ubicado en la avenida Tlaxcala entre las calles Tercera y Cuarta, iniciando solo con dos guisados, de carne con chile y de machaca con papas.
En la actualidad, Migdalia ofrece a sus clientes 11 guisos diferentes entre los que nombró, carne con chile, chicharrón, cabeza de res, nopales con carne, frijol, papas con machaca, bistec y quesadillas para los que utiliza tortillas de harina hechas a mano por ella misma.
Los “burritos” son acompañados de salsas y queso fresco, cortesía de la casa, además se puede disfrutar de delicioso café y refrescos que se sirven de lunes a sábado de las 7:00 a las 14:00 horas.
CURSÓ HASTA SEGUNDO DE PRIMARIA
Migdalia se despierta todos los días a las 3:00 de la mañana para hacer las tortillas y empezar a preparar los guisados, ya que a las 7:00 abre el local para atender a la clientela que empieza a llegar muy temprano a desayunar.
Por lo general quienes visitan los “Burritos Migdalia” son policías y trabajadores de empresas de distribución de galletas, papas fritas y refrescos, además de la población en general que disfruta el sabor de los guisos.
Doña Migdalia luego de cerrar el establecimiento, visita el supermercado para hacer las compras para el día siguiente, es decir, diariamente adquiere los productos que necesita para cocinar.
“Este trabajo es pesado, es esclavizado, requiere de mucha dedicación, pero gracias a Dios tengo el apoyo de mi familia, de mis hijos y mis nueras y eso me hace más fácil las cosas”, expresó.
“Aunque es un trabajo que requiere mucha atención, prefiero estar aquí que ganando poco en el campo. Aquí en los burritos no sale mucho, pero la economía está mejor que si trabajara fuera, además soy mi propio patrón”, destacó Migdalia Lacarra.
Cuando era niña no tuvo la oportunidad de estudiar, solo terminó el segundo grado de primaria. Siempre radicó en ranchos de Caborca, en donde sus padres trabajaban en los campos agrícolas, platicó.