La pesca es una actividad que se desarrolla en el Golfo de Santa Clara durante todo el año, pero hay meses en que se incrementa, sobre todo, cuando hay producción de camarón, curvina y aguamala, que son las especies marinas más codiciadas.
Para Lucas Cázares, quien se dedica a la pesca desde hace tiempo, con la temporada de camarón y la incipiente de curvina encima, no tienen tiempo para relajarse, y han conseguido producciones muy respetables.
“Ahorita ya comenzó la curvina, esa especie la pescamos en 4 a 5 días, si quieres que te vaya bien, tienes que levantarte temprano, tienes que irte antes de que salga el sol y amanezca ya están en el agua”.
Agregó que, en su caso, se levanta a las 5:00 de la mañana, para estar en el mar una hora después; pero en la pesca de la curvina, si se va uno muy temprano, puede alcanzar a capturar una buena cantidad, se regresan a dejar la producción y se regresan al mar a capturar más; si uno tiene suerte, puede hacer hasta tres viajes para hacerse de más curvina.
Expresó que lo normal para los pescadores es hacer de uno a dos viajes, si hacen más es porque les alcanza el tiempo y regresan hasta las 11:00 de la noche, en promedio.
Dijo que lo más que ha capturado en un solo viaje son casi cuatro (las pangas tienen capacidad de hasta cuatro toneladas), pero lo normal son de dos a tres toneladas por viaje.
¿Qué es lo difícil de ser pescador?
Externó que la vida de un pescador, que se tiene que trabajar por temporadas y el dinero está disponible, si se cuida.
“Si cuidas el dinero bien, no tienes tanto problema, el detalle es, si no lo haces, llega el momento en que no hay trabajo, y te ves obligado a pedir prestado a los compradores”.
Mencionó que la ventaja, es que ellos sí les prestan para que aguanten hasta que comienza la temporada.
Los compradores
En cuanto a los compradores de mariscos, ellos se encargan de acomodar el producto en el mercado.
“Cuando hay muchos compradores, no se batalla tanto, pero, cuando hay pocos, se nos dificulta a todos, porque los que hay seleccionan a quienes quieren comprarles y cuánto quieren comprarles, y no hay para todos”.
Externó que tienen el problema de, cuando hay mucha producción, no quieren tanto pescado, y ahí es donde desciende el precio del mismo.
Indicó que puede haber compradores que no quieren producto, pero uno que sí, pero lo va a adquirir a un bajo precio.
Los precios
Habló de los precios en que puede vender su producto, ahora que comenzó la temporada, el valor estaba por encima de los 20 pesos el kilo, en algunos casos, la colocaba a 28 pesos; si se trataba de un comprador chico, la paga era mejor.
“Al comprador chico le vendí 300 kilos, y me la pagó a 28 pesos, mientras que, al comprador grande, le vendí casi dos toneladas, ese me la pagó a 23 pesos”.
En cuanto al camarón sigue adelante, aunque le queda poco tiempo a la temporada, ya que se cierra a fines de marzo, el gobierno es muy incierto en cuanto a las fechas de apertura a la veda del crustáceo.