Al buscar una mejor calidad de vida para su esposa y su pequeña hija, hace un par de meses Juan José salió de su natal Honduras para llegar hasta la frontera entre México y Estados Unidos a fin de intentar cruzar a suelo norteamericano, donde tendría la tarea de trabajar por 2 años, sin embargo después de varios intentos fallidos por cumplir su meta, ha decidido regresar a casa.
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Desilusionado del sueño que representaba para él y su familia una esperanza de mejorar la difícil situación por la que pasan en Honduras, el refugiado en San Luis Río Colorado ahora busca la manera de volver a reunirse con ésta.
“Para mi esposa y para mí es un sueño darle a nuestra hija lo que nosotros no tuvimos, nos gustaría que creciera sin las carencias que nosotros crecimos, por eso decidí atravesar las fronteras y cruzar por el desierto de Arizona para llegar a Estados Unidos a intentar hacer vida por un tiempo, nomás mientras ahorraba”, contó justo horas después de su deportación.
AMARGA EXPERIENCIA
Al llegar a la frontera entre Tapachula, Chiapas y Huehuetán, Guatemala, el joven de 27 años se vio en la necesidad de huir de las autoridades tras su ingreso irregular a México. En calidad de prófugo, emprendió un viaje entre caminando y de “aventón” hasta Coatzacoalcos.
Una vez que llegó al centro de la República, junto a otros migrantes extranjeros que conoció en el camino tomó el necesario riesgo de viajar en el tren “La Bestia”, donde se mantuvo hasta llegar a Sonoyta.
“Cuando llegamos a Sonora tuvimos que correr por el desierto porque unos soldados nos querían atrapar para regresarnos, desde ahí ya veníamos cansados, sin saber que el verdadero riesgo apenas empezaba”.
Al llegar de manera ilegal a territorio estadounidense por el desierto que divide a Arizona de Sonora, fueron días de caminar y correr y justo a pocos kilómetros de llegar al destino planeado fueron sorprendidos por la Patrulla Fronteriza, amedrentados y deportados por el límite sanluisino.
“Fue una experiencia muy triste, en la que yo siento que solo perdí y no me gustaría volver a vivirla”, platicó y agregó que en el trayecto desde su natal Honduras hasta ser detenido por las autoridades en Estados Unidos, vivió y vio el dolor de los extranjeros en su lucha por migrar y lograr el “sueño americano”, que incluso a muchos les cuesta la vida.
HAY MUCHOS “JUAN JOSÉ” MIGRANDO
Como la historia de Juan José, hay cientos de casos cada día, que en común lo dejan todo atrás para un futuro incierto con la promesa del “sueño americano”, del que pocos advierten el riesgo que significa aventurarse para lograrlo.
De acuerdo con datos públicos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), de septiembre del 2019 al mismo mes del 2020 se detectaron 458 mil 88 personas, entre connacionales y extranjeros. La frontera que divide a San Luis Río Colorado del condado de Yuma es también constantemente usada para el paso ilegal entre países.
Visiblemente afectado por la experiencia de intentar llegar de manera ilegal a Estados Unidos le dejó, el migrante de Honduras desea volver a casa a empezar de cero