Con lo aprendido en el taller de reutilización de llantas que se impartió en el poblado Golfo de Santa Clara, la señora Josefina Aguirre Peñuelas tiene contemplado elaborar artículos para decorar el interior y exterior de las casas, poniendo en práctica lo aprendido en las clases.
Dicho taller se impartió durante la semana pasada gracias al apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) a través de las gestiones de la líder comunitaria del Golfo de Santa Clara, Mónica Valenzuela Mathias.
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Josefina Aguirre se caracteriza por ser una persona que disfruta hacer manualidades utilizando materiales de reciclaje. “No me gusta desperdiciar cosas, por eso transformo objetos que ya no sirven, los convierto en algo útil”.
Comentó que antes de participar en el taller de reciclaje de llantas que estuvo a cargo de la bióloga Patricia García, tenía nociones de cómo convertir los neumáticos en objetos decorativos. Sin embargo, en estas sesiones amplió sus conocimientos en el trabajo de transformación de llantas y también aprendió a hacer artesanías tejidas como son atrapasueños y ojos de Dios.
“Estoy pensando en iniciar un negocio de venta de artículos con llantas como macetas, sillas, mesitas. Además de ojos de Dios y atrapasueños. Ahorita está bien dura la situación en el Golfo porque no hay pesca, no hay recursos ni gente se mira, está bien solo. Por eso hay que buscar otras alternativas para salir adelante”, externó.
SE DEDICÓ A LA PESCA
Josefina Aguirre recordó que desde hace 60 años vive en el poblado Golfo de Santa Clara a donde llegó de la mano de sus padres. “Vivíamos en Mexicali, pero cuando yo tenía 2 años mi papá, que era ladrillero, tomó la decisión de salir de Mexicali en busca de un mejor porvenir y pues llegamos al Golfo”.
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La señora Aguirre destacó que es la mayor de 5 hermanos, ella es la única mujer y debido a eso aprendió a cocinar desde que era niña. “Desde que estaba muy chica aprendí a cocinar, a hacer tortillas y guisados. Le ayudaba a mi mamá. Nada Más terminé el tercer año de primaria y ya no seguí estudiando por la mala economía de mis padres. A los 14 años empecé ayudarle a trabajar a mi papá a hacer ladrillos y también en trabajos de albañilería y carpintería que él hacía, por eso aprendí a hacer muchas cosas. Siempre me han gustado mucho los retos”.
Para finalizar, Josefina resaltó que por un tiempo se dedicó a la pesca y venta de productos del mar, lo cual la ayudó a solventar los gastos de su casa y lograr el sostenimiento de sus 4 hijos. Por ahora, es ama de casa e invierte su tiempo libre en la confección de manualidades.