En la búsqueda de un mejor futuro cientos de migrantes centroamericanos llegan hasta las ciudades fronterizas entre México y Estados Unidos en la labor de alcanzar el llamado “sueño americano”, sin imaginarse que en el trayecto el precio es muy alto, incluso al llegar a suelo norteamericano de manera ilegal.
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Separados por la justicia estadounidense, de los últimos años a la fecha, un gran número de familias han sido apartadas, ya que, al ser detectados en su trayecto irregular en el país vecino, muchos son encarcelados por rango de edad y sexo, sin importar la relación consanguínea que entre éstos exista.
Es el caso del joven Joan Alfredo Rivera Hernández, migrante de origen hondureño, quien fue separado de su primo hermano, Denis de 15 años, al ser descubiertos por la Patrulla Fronteriza de Yuma, Arizona en su cruce ilegal.
DE “LA BESTIA” A LOS CENTROS DE DETENCIÓN
“Lo único que sé de él es que está detenido con otros menores migrantes, pero desde que me deportaron no he sabido nada de él. Llevamos semanas separados, nunca imaginamos esto cuando salimos de Honduras para buscar una nueva oportunidad de vida en Estados Unidos”, contó el migrante de 27 años de edad sobre su situación y la de su primo.
Joan, quien al ser registrado por la “Border” fue inmediatamente regresado a México, desea volver a ver a su primo, mismo que (por ser menor de edad) permanece en un centro de detención en Estados Unidos, tema que, desde antes de su expulsión por la frontera local, le fue negado, según narró.
Pido un acto de humanidad, que me dejen ver a mi primo que se encuentra en un centro de detención en Estados UnidosJoan Alfredo Rivera Hernández, migrante de origen hondureño
Fue alrededor de tres semanas atrás cuando juntos cruzaron la frontera por Los Algodones, Baja California, sin embargo, los familiares suman meses en el país desde su llegada a México y meses de haber salido de su ciudad natal, al huir de problemas político-sociales, reflejados en temas de inseguridad en los que sus propias vidas estaban en peligro.
Hasta esta frontera llegaron montados en el tren “la bestia”, desde Tapachula, Chiapas, por trayecto de 27 días, desconociendo la otra parte del “sueño americano”, la que no todos cuentan, pero implica muchos riesgos antes de alcanzar una vida estable en Estados Unidos.
PIDEN AYUDA A BIDEN
Junto a otros migrantes entre centroamericanos y connacionales, recientemente, Joan acudió hasta el muro que divide a México de Estados Unidos por la frontera sanluisina para levantar la voz por las familias que en su intento de migrar han sido separadas por las políticas estadounidenses que demandan del lapso de detención en centro o cárceles, cuando de mayores de edad se trata.
Con pancartas en mano, los refugiados en San Luis Río Colorado, pidieron al presidente electo, Joe Biden, moderar las leyes migratorias y permitir a las familias que por migrar de forma irregular han sido separadas.
Joan desea volver a reunirse con su primo Denis quien hoy se encuentra en un centro de detención para menores en Estados Unidos; ambos fueron detectados por la Patrulla Fronteriza de Yuma al cruzar de forma irregular al país vecino.