Desde que tenía 5 años de edad, el señor Javier Verduzco empezó a realizar trabajos del campo en un rancho que su familia aún conserva en el ejido Estación Delta, del valle de Mexicali, Baja California, en donde aprendió a ordeñar vacas y actualmente se dedica a elaborar quesos y otros productos lácteos que comercializa en San Luis Río Colorado.
Javier Verduzco nació en la ciudad de Mexicali, pero creció en “Estación Delta” ya que ahí residían sus abuelos maternos. Mientras que en San Luis Río Colorado vivían sus papás y sus hermanos, al lado de quienes pasó una infancia muy feliz.
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“El rancho de Estación Delta era, en un principio, de mis abuelos, luego fue de mi madre y ahora es de mi hermano quien en noviembre compró vacas, becerros, chivas y caballos, pero como no sabe de animales yo le ayudo”.
Agregó: “Lo que buscamos es reactivar el rancho por eso compró ganado de engorda para vender y también dos vacas para leche, queso, requesón y jocoque. Yo me encargo de ordeñarlas y de hacer los quesos y todo lo demás”, dijo.
El señor Verduzco recordó que pasó una bonita niñez en Estación Delta al lado de sus abuelos maternos a quienes veía trabajando en el campo, cuidando a los animales y haciendo quesos y otras labores propias de la vida de rancho.
Aunque cuando era niño vivía con sus padres en San Luis Río Colorado, los fines de semana y en vacaciones se iba a la casa de sus abuelos. “Allá en el rancho no teníamos luz. En tiempo de calor dormíamos afuera. Colocábamos telas de mosquiteros para cubrirnos de los mosquitos. En ese tiempo, alumbrábamos la casa con bombillos de petróleo. Jugábamos mucho en el patio, hacíamos caballitos con una vara de árbol y le amarrábamos un pedazo de tela. Esa era nuestra diversión. También íbamos a bañarnos al canal”.
Javier Verduzco indicó que cuando iba al rancho no solo se dedicaba a jugar sino a trabajar, pues desde que tenía 5 años de edad cuidaba el ganado, montaba a caballo y ordeñaba las vacas. De hecho, cuando estaba en la secundaria se fue a vivir un tiempo a casa de sus abuelos y antes de irse a la escuela tenía que ordeñar a las vacas.
Platicó que eran una familia numerosa por lo cual su padre no compraba comida por sacos de frijol, harina, papas y cajas de manteca para que su madre preparara el desayuno, la comida y la cena de todos los días.
ES FABRICANTE DE PRODUCTOS LÁCTEOS
Javier Verduzco, durante su juventud y parte de su adultez se dedicó a trabajar en la construcción. Sin embargo, hace 3 años fue diagnosticado con cáncer y eso lo llevó a pensionarse. Por lo que, en noviembre del año pasado, una vez que logró recuperarse de la enfermedad, empezó a trabajar nuevamente en el rancho de la familia, ahora en posesión de uno de sus hermanos, en donde ordeña vacas para vender “leche bronca” y fabricar queso fresco, requesón, jocoque, queso cocido y otros productos lácteos.
Externó que, en un principio, las ventas no eran muy buenas, pero una vez que su hija Griselda hizo una publicación en redes sociales empezaron a mejorar, al grado que tiene pensado comprar una vaca más para poder cubrir la demanda de “leche bronca” y quesos.
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Javier Verduzco comentó que, aunque por un tiempo suspendió su trabajo en el rancho para dedicarse a la construcción, siempre tuvo en mente regresar a las labores que aprendió en su niñez, pues aseguró: “…Soy vaquero de rancho grande”.
Las personas interesadas en contactar al señor Verduzco pueden acudir a la avenida 20 de noviembre y calle 27, esquina, o mandar mensaje al facebook: Xavier Verduzco.