“Isabel”, pionera en los “churros locos” en San Luis RC

Con un mostrador que media poco más de un metro empezó Isabel Pérez un negocio propio, el cual ha sido modificado 7 veces conforme ha crecido la clientela

Gloria Negrete | Tribuna de San Luis

  · domingo 20 de octubre de 2019

Los raspados se han mantenido en el gusto de los clientes, sobre todo durante verano / VÍCTOR FÉLIX

Para apoyar a la economía del hogar, hace tres décadas María Isabel Pérez de los Reyes empezó la venta de raspados sin imaginar que años más tarde ese proyecto personal se convertiría en una de las refresquerías preferidas de los sanluisinos y de gente del valle y ciudades cercanas de Estados Unidos.

RECIBE LAS NOTICIAS DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ

Miguel Raygoza Rodríguez, encargado de la refresquería “Isabel”, platicó que llegó a esta frontera en 1981 procedente de Arenal, Jalisco, porque venía a visitar a sus familiares y aquí se quedó por cuestiones de trabajo.

Miguel, quien atiende al igual que su familia el negocio de su cuñada Isabel, contó que parte del éxito se debe a la atención personal que ofrecen y la calidad de los productos.

Isabel Pérez emprendió el negocio preparando raspados de tamarindo, ciruela, fresa, vainilla, chocolate y guayaba, con una receta especial y secreta que hasta la fecha conserva y sigue utilizando, refirió.

“Mi cuñada Isabel empezó con una pequeña hielera y seis sabores de raspados que colocaba sobre dos jabas de madera. Al poco tiempo se aclientó. La gente venía porque les gustaban los sabores de frutas naturales que preparaba y también los picos de gallo y la fruta en rebanadas”.



PERSEVERANCIA, BASE DEL ÉXITO

Con el paso del tiempo la refresquería de avenida Juárez, entre calles 11 y 12, creció al grado que se incluyeron en los estantes otros productos como los “churros locos”, “entumidos” y “cueritos locos”, creados por Isabel, pues los inventó, destacó Raygoza Rodríguez.

“Considero que para que un negocio tenga éxito y se mantenga en el gusto de la gente es necesario ser perseverante y tener paciencia, no desesperarse. Además, de atender bien a la clientela porque a ella nos debemos”.

“Tenemos clientes que cuando se inició este negocio eran niños, venían con sus papás y ahora son jóvenes o adultos que nos visitan con sus hijos. Hemos permanecido en el gusto de la comunidad por varias generaciones”.

Sin duda son los raspados el producto de mayor demanda en esta refresquería en donde se pueden disfrutar más de 20 sabores.