A principios de los treinta se empezó a construir el primer templo católico en esta ciudad, la parroquia Inmaculada Concepción, que permanece hasta hoy en avenida Hidalgo y calle Tercera, aunque antes se intentó edificar otro en calle Morelos y avenida Obregón, pero fue suspendido.
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Así lo expuso el escritor Ramón Noriega Rascón en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado”, en el que indica que ante la falta de un recinto donde profesar la actividad religiosa, en 1924 se formó un comité proconstrucción de un templo para la comunidad.
Dicho comité tenía como finalidad recabar fondos económicos con el apoyo de la sociedad sanluisina para erigir una iglesia donde desafanar los pecados o pedir por sus seres queridos.
Sin embargo, una vez iniciada la obra, cuando los muros presentaban buen avance, los trabajos fueron suspendidos por orden gubernamental al disponer que las iglesias quedaban como casas del pueblo.
Señaló en su libro que el templo se construía en la mesa medanosa en un terreno cercano al pequeño cementerio en aquella época en la calle Morelos y la avenida Obregón y, como se menciona, no llegó a terminarse.
Al quedar abandonada la estructura, fue arruinándose paulatinamente hasta que al paso del tiempo se construyeron algunas casas en ese lugar.
FORMARON COMITÉ PROCONSTRUCCIÓN
Posteriormente, al matizarse el problema religioso y no contar con un templo, sacerdotes de Mexicali (Baja California) empezaron a venir para ejercer su oficio en algún local o casas particulares hasta que, a principios de 1939, en el período presidencial del general Lázaro Cárdenas del Río, se empezó a construir el templo Inmaculada Concepción en un terreno de avenida Hidalgo y calle Tercera, donado por José Chávez Octavarez.
Contó que por iniciativa del párroco J. Guadalupe Álvarez, se organizó un comité proconstrucción del templo. Edificación que al principio contó solamente con la nave central, sin piso, sin techo y sin las dos torres actuales, que después fueron construidas, en primer término, la situada al Sur de la nave central en 1945 y 1946 y la del Norte inició en 1963, concluyendo en 1964.
Asimismo, en los sesenta se hicieron ampliaciones al cuerpo central por ambos lados, quedando como hoy se aprecia.
En los cincuenta, al Sur del cuerpo central, existía un edificio o cuarto anexo utilizado para bautismos y confesiones, así como una pequeña explanada donde los niños se divertían balanceando el largo mecate que se usaba para hacer sonar la campana mayor, instalada en la única torre existente.
Chávez Octavarez, quien donó el terreno donde se edificó el templo, en los cincuenta se dedicó, entre otras ocupaciones, a organizar las corridas de toros desarrolladas en la flamante plaza de madera inaugurada en julio de 1957 y años más tarde dejó de funcionar.