En la garita de San Luis, Arizona, empezó el año fiscal y con ello, en el primer mes del mismo, se logró el decomiso de 91 kilogramos de metanfetaminas y 65 kilos de fentanilo, siendo las drogas de mayor presencia en este cruce fronterizo.
De acuerdo con información proporcionada la Patrulla Fronteriza y Protección Aduanera (CBP), tanto la metanfetamina como el fentanilo, tuvieron incrementos sustanciales con respecto al mismo mes del año pasado.
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En el caso de las metanfetaminas, en octubre del 2021 se decomisaron 82 kilos (182 libras), mientras, que, en octubre de este año, fueron 91 kilos (201 libras).
En tanto, el fentanilo tuvo un decomiso de 65 kilogramos (144 libras) en la garita de san Luis, Arizona.
La que tuvo una baja sensible fue la mariguana, debido a que, en octubre del año pasado, fueron 156 kilos (345 libras) de la yerba, pero este año, solamente se logró el decomiso de 226 gramos (media libra).
En contraste, la heroína, tuvo un registro de 10.8 kilos (24 libras), siendo una de las cantidades más reducidas de los últimos años.
Cabe señalar que las autoridades norteamericanas han advertido del uso del fentanilo, ya que es considerada una droga altamente dañina y adictiva.
¿Qué daños causan las metanfetaminas?
El uso de metanfetaminas, lleva a un proceso de destrucción de la salud y ocasiona disminución del apetito, náuseas, falta de sueño, fiebre y alteración cardíaca, entre otros padecimientos.
Esto debido a que se elabora en base a pastillas comunes y anfetaminas, mezcladas con químicos altamente dañinos y corrosivos como el ácido para baterías, ácido muriático, limpiador de desagües, combustible para linternas, anticongelante, veneno para ratas y acetona.
Luego de varios días, quien la consume empieza a sentir ataques de pánico, alucinaciones, convulsiones, se torna agresivo, y puede morir por sobredosis.
Además, se asocia a muchos trastornos físicos graves; la droga puede causar aumento del ritmo cardíaco, subida de la presión arterial, y daño a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, lo que puede conducir a un derrame cerebral.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, quien sobrevive la primera etapa, sufre consecuencias más graves, ya que el cerebro se hace más pequeño, lo que conlleva a la falta de memoria, problemas en los riñones, pulmones y en el hígado, incrementándose la posibilidad de un infarto o derrame cerebral.
Los efectos a largo plazo incluyen riesgo de adicción, riesgo de contraer VIH y hepatitis, problemas dentales graves, comezón intensa que origina lesiones en la piel al rascarse, y paranoia. La metanfetamina puede ser sumamente adictiva.
Cuando se toma por vía oral o cuando se inhala por la nariz, la metanfetamina produce una sensación más larga de euforia sin el "rush" inmediato.
Otros efectos incluyen desvelo o insomnio, incremento en la actividad física y reducción del apetito.