Alrededor de 1920 surgió el primer hotel de la naciente comunidad de San Luis Río Colorado, cuando su población aún no rebasaba los 250 habitantes. El establecimiento de hospedaje del que se tiene registro empezó a funcionar desde la época de la comisaría para proporcionar alojamiento a quienes iban de paso hacia Baja California y pretendían atravesar el desierto para viajar al interior de la República Mexicana.
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El hotel se ubicaba en un edificio de madera en calle Cuauhtémoc, entre avenidas Obregón y Carlos G. Calles (Internacional), compuesto por dos pisos con varios cuartos en la parte superior. El modesto lugar difícilmente podría considerarse ni de tres estrellas, porque no reunía buenas condiciones higiénicas.
Cabe destacar que el texto de los primeros hoteles de este municipio se puede leer en el libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado”, escrito por Ramón Noriega Rascón.
Ese material bibliográfico indica que el mencionado hotel se llamaba “Cuatro Vientos” y en la planta baja mantenía una amplia cantina que ofrecía los whiskys y rones locales y de la región, así como la recién creada cerveza Mexicali.
El establecimiento contaba con mesas de billar y mesas para jugar baraja, donde la concurrencia pasaba las calurosas tardes veraniegas y los fríos vientos polares del invierno, disfrutando sus partidas favoritas. La jugada de baraja más común en esa época era el “Paco” o “panguingui”.
En los cuarenta o principios de la década siguiente surgió el Hotel Río Colorado, que estuvo muchos años por calle Morelos y avenida Obregón, esquina Noroeste.
Posteriormente, surgieron el Hotel San Luis, de María Temochic, que ofrecía sus servicios por avenida Obregón y calle Tercera y el Hotel La Paloma de avenida Madero, entre calles Cuarta y Quinta.
HOTEL DE LOS “FAMOSOS”
Ramón Noriega detalla en el libro que a mediados de los cincuenta abrió sus puertas un lujoso hotel donde se hospedaban políticos, empresarios, artistas, toreros y boxeadores de primera línea como “El Toluco” López y Luis Procuna.
En este magnífico local de primera, Hotel Kapra, de calle Quinta y avenida Revolución, había un restaurante, también muy lujoso y oficinas donde se expedían boletos para abordar desde el aeropuerto de Mexicali por la empresa Aerovías de México que después se convertiría en Aeroméxico.
Cuando se abrió la zona de tolerancia en la calle Sexta, entre avenidas Libertad y Carranza, surgieron unos cuantos hoteles y moteles para hospedar a las meretrices y ebrios que no podían conducir sus autos hacia sus casas y a los marinos de la base de Yuma, Arizona, que se quedaban en la ciudad por más de un día para reponer energía, refirió el escritor.
En la fotografía que se adjunta en esta nota informativa, se observa el primer kiosco construido por la calle Cuauhtémoc, entre avenida Obregón y Carlos G. Calles y se alcanza a distinguir el Hotel “Cuatro Vientos”, que en la planta baja contaba con la cantina “All Nations”, donde prosperaba la afluencia turística de sedientos norteamericanos y parroquianos de los ranchos vecinos.