En lo que va del presente año, 200 mujeres usuarias de drogas han ingresado al Centro Especial para Adictos (CEA) área femenil, quienes permanecen internadas recibiendo tratamiento entre 2 y 4 meses, de ellas alrededor del 42 % logra una recuperación exitosa.
De acuerdo a lo informado por Laura Martínez Dunstan, directora del CEA, para que una persona que consume o usa este tipo de sustancias se recupere es necesario que tenga el apoyo de su familia, de su pareja, padres, hijos, hermanos y demás gente cercana.
En la actualidad, el CEA atiende un total de 48 mujeres, 42 son mayores de edad y 6 menores, la mayoría adictas, principalmente, al cristal, marihuana y metanfetaminas, dijo Martínez Dunstan.
Se estima, resaltó, que en esta frontera solamente el 30% de las mujeres usuarias de drogas legales e ilegales, unas 500 son atendidas en centros de rehabilitación y alrededor de 1 mil 200 no reciben tratamiento.
En el CEA se llevan a cabo programas de tratamiento elaborados por el Consejo Nacional Contra las Adicciones y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mismos que garantizan una recuperación exitosa de poco más del 40%, subrayó Martínez Dunstan.
De tres años a la fecha se ha notado una disminución en el patrón de consumo de menores de edad, el cual era entre los 13 y 15 años de edad y en este momento, es entre los 10 y 13 años.
La adicción es una enfermedad que crece y genera en el usuario una mayor tolerancia a las sustancias que ingiere y al aumentar esta tolerancia es más el consumo hasta llegar a situaciones graves de salud.
“Tenemos aquí en el centro a mujeres que llegan en estados graves de salud que requieren atención psiquiátrica porque presentan psicosis y, en el peor de los casos, esquizofrenia; enfermedades mentales derivadas del consumo de drogas”, externó Laura Martínez.
Los procesos de tratamientos para menores y mayores de 18 años son similares, sin embargo, se brindan por grupo de edad en sesiones exclusivas. Además, permanecen en habitaciones separadas.
Los temas que se abordan en cada grupo son diversos, por ejemplo, a las adolescentes se les habla de prevención de embarazos, reinserción escolar, relaciones y apoyo familiar y de otros que les ayuden a reconducir el rumbo de su vida.
Laura Martínez comentó que a las usuarias de drogas se les integra en programas de reinserción social que incluyen capacitación laboral para que al salir del centro de tratamiento puedan integrarse a la vida productiva para obtener recursos económicos que ayuden a cubrir sus gastos y, en el caso de quienes son madres de familia, sacar adelante a sus hijos.