En los últimos días se han registrado incendios de gran intensidad en esta ciudad y el valle, lo que provoca que se desprendan grandes cantidades de humo que causa un impacto negativo a la calidad del aire que respiramos y, por consiguiente, provoca afectaciones a la salud.
Entre los incendios de mayor impacto que se tuvieron en San Luis Río Colorado y ejidos del valle de Mexicali, Baja California, específicamente en Colonias Nuevas, muy cerca de San Luis, destacan los que se presentaron en una empresa de tarimas de madera que se localiza en la avenida Obregón y calle 38, donde ardieron alrededor de 38 mil piezas, provocando una ola inmensa de humo que se extendió por toda la mancha urbana, incluyendo la ciudad de San Luis, Arizona. Mientras que otro corresponde al que se suscitó en colonias Nuevas, Baja California, el cual logró consumir 50 mil pacas de trigo.
En ambos incendios se contó con la participación de miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Luis Río Colorado, quienes permanecieron entre 4 y 5 horas en cada uno de estos lugares auxiliando, junto con otras agrupaciones de rescate, en el combate de los incendios para evitar afectaciones mayores y por fortuna solo se presentaron pérdidas materiales.
Por su parte, la bióloga Martha Román, destacó que cualquier incendio causa impacto en la calidad del aire, ya que se incrementa la cantidad de CO2 o bióxido de carbono que es uno de los principales gases de efecto invernadero (GEI), además de empobrecer la calidad del aire que respiramos.
Agregó que la mala calidad del aire que se tiene en la ciudad se debe, también, a los incendios en la planta recicladora de basura, ya que son muy recurrentes.
En este sentido, personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) resalta que diversos estudios experimentales, así como estudios epidemiológicos en humanos, claramente han señalado que la exposición a contaminantes en el aire ambiente está asociada con una amplia gama de efectos adversos (agudos y crónicos), que afectan la calidad de vida de la población general y de los grupos vulnerables, principalmente los niños, mujeres en gestación y adultos mayores, sobre todo si padecen de enfermedades preexistentes.
Entre los efectos agudos, los estudios reportan incremento en las tasas de morbilidad, principalmente en síntomas respiratorios y visitas a servicios de urgencias por enfermedades respiratorias, así como disminución de la función pulmonar, respuesta inmunológica alterada o predisposición a infecciones respiratorias y exacerbación de cuadros asmáticos. También destaca el incremento en las tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.