El primer panteón de San Luis Río Colorado se ubicó en los años 20's en la avenida Obregón entre las calles Primera y Segunda, donde después estuvo la mueblería “La Malinche”, de Doña María Ontiveros y actualmente está ahí una tienda departamental.
¡MÁS FÁCIL Y MÁS SENCILLO! SUSCRÍBETE NUESTRA EDICIÓN DIGITAL AQUÍ
Así lo cuenta Ramón Noriega Rascón, en su libro “Historias y narraciones del viejo San Luis Río Colorado. Un puente a nuestro pasado”, en el cual narra que el primer cementerio funcionó desde que el Rancho San Luis empezó a rodearse de vecinos a principios de la década de 1910 y 1920 y solamente estaba formado por unas cuantas tumbas que alojaron a los primeros pobladores.
Ramón Noriega pudo investigar que las tumbas de lo que fue ese cementerio eran muy humildes y apenas se distinguían al estar coronadas por promontorios de tierra o piedras, por lo que pronto el viento del desierto las cubría de arena o se deshacían con la ayuda de vándalos y animales.
A mediados de los años 20's cuando en la localidad había apenas unos 250 habitantes, se mandó delimitar y poblar el panteón de la zona que después se haría en la avenida Zaragoza entre las calles Tercera y Cuarta, donde ahora está una institución educativa, debido a que la zona habitacional se estaba acercando al único cementerio que se tenía. De ahí, que la gente tomó la decisión de asignar otro lugar para dar cristiana sepultura a sus familiares
Al paso de los años, cuando nuevamente la capacidad del cementerio fue rebasada por las viviendas, escuelas y algunas empresas, a principios de los 60's, el cementerio de la avenida Zaragoza fue reubicado a la avenida Guadalupe Victoria y calle Ocho, donde actualmente está el Hospital General.
El panteón de la avenida Zaragoza colindaba con las tumbas y lo separaban del “yin” y del Colegio Kino, un endeble y destartalado cerco de púas. Además, la escuela primaria Abelardo L. Rodríguez y el supermercado San Rafael se localizaban a pocos metros del cementerio. Posteriormente, en 1968 se construyó la Preparatoria Kino.
Cuando se tomó la decisión de mudar el panteón a la avenida Guadalupe Victoria y calle Ocho, ya era un poco tarde pues alrededor del nuevo predio escogido para dar alojamiento a las viejas osamentas se habían construido muchas casas, una capilla y un basurero que se había formado utilizando un hueco hecho por adoberos, detalló el escritor.
En esos años, 60´s, también estaban cercando la zona de tolerancia y un hotel por lo que no tardó mucho tiempo para que nuevamente los itinerantes cuerpos humanos fueran reasentados en el cementerio de la avenida Obregón y calle 40, que por muchos años quedó muy retirado de la mancha urbana, por lo que no es raro que en el actual panteón se encuentren lápidas de los años 30´s y 40´s.
En la parte más antigua del panteón de la calle 40 hay tumbas que están abandonadas, las cuales, probablemente, pertenecen a sufridos inmigrantes que llegaron de la Colonia Lerdo, de Baja California, del interior del estado y de otras entidades de México, así como de Estados Unidos, en busca de un mejor porvenir para ellos y sus familias y son pocas las que pertenecen a gente nacida en San Luis Río Colorado, indicó Ramón Noriega.
AL CONSTRUIR ESCUELA ENCONTRARON CADÁVERES
Cuando se decidió cerrar el panteón de la avenida Guadalupe Victoria y cambiar las osamentas al actual cementerio de la avenida Obregón y calle 40, este ya estaba en funciones habiendo iniciado alrededor de 1956.
Otra historia sobre el camposanto de la “Zaragoza”, refiere que cuando se estaba construyendo la preparatoria del Instituto Kino sucedió algo extraordinario al estar trabajando una excavadora en los terrenos, ésta se hundió en unas tumbas que no habían sido desocupadas y rellenadas, en las cuales, supuestamente, se encontraron restos humanos.
Lo anterior sucedió, seguramente, subrayó Ramón Noriega, porque había tumbas que eran muy antiguas, tanto que ya no se distinguían y cuando se hicieron las excavaciones para el cambio de los cuerpos hacia el panteón de la avenida Guadalupe Victoria y calle Ocho, éstas pasaron desapercibidas ante el tumulto de personas que acudían a presenciar las exhumaciones y ahí quedaron hasta que se construyó la preparatoria en 1968.
“Este suceso significa que todavía pudiera haber uno o más muertitos en ese lugar”, concluyó Noriega Rascón.
Hoy en día, San Luis Río Colorado cuenta con tres panteones, dos municipales y uno particular.