Al mercado de Estados Unidos le interesa el producto del Golfo de Santa Clara, pero piden que se cambie la forma de capturar las pesquerías, para no afectar otras especies como la vaquita marina.
El líder cooperativista, Carlos Tirado Pineda, informó que los vecinos del Norte están todavía muy interesados en los productos que se consiguen en la pesca del Golfo, pero está el problema del embargo que tiene Estados Unidos sobre la zona, debido a que no se ha respetado la convivencia de la vaquita marina.
“Lo que pasa es que la presión internacional sobre México está más fuerte que nunca, muchos ambientalistas internacionales critican duramente al gobierno, que hace poco o nada por proteger a la vaquita marina y la desprotege mucho, aseguran que el polígono de protección prácticamente ha desaparecido”.
Externó que el castigo puede ser aún peor, ya que se ha retrocedido en la protección de una especie en peligro de extinción.
Asimismo, dijo que el gobierno mexicano no está entendiendo que esto repercute en la pesca nacional, piensa que la producción se puede vender en el país y ya está, pero antes internacionalmente no les alcanzaba, ahora en el territorio mexicano, menos.
Comentó que se sabe que quedan pocas vaquitas, pero el problema es que si dejan de existir, el castigo será peor de cómo se encuentra en estos momentos y no se desea eso.
“El cetáceo ha estado en riesgo por más de 20 años y los gobiernos no han hecho mucho por proteger la especie, seríamos el único país en el mundo que perdió la lucha en proteger a una especie”.
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Mencionó que, en caso de perder a la vaquita marina, sería algo catastrófico para México en muchos sentidos, ya que el embargo nacional, al final, quien perderá es el país.
Además, manifestó que los mercados internacionales quieren el producto, pero habría que cambiar la manera en que se consigue, para que se levante el embargo y se pueda exportar a Estados Unidos, pero, por ahora, es muy complicado.
Dijo que el gobierno actual no valora la situación y eso la dificulta, lo que obliga al pescador a vender su producto (el camarón, cuya temporada empieza en septiembre) en el mercado nacional, pero a un precio mucho más bajo del acostumbrado, casi regalarlo.
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