A casi un año de la contingencia sanitaria comienzan a verse algunos estragos que ha dejado el Covid-19 en su paso por San Luis Río Colorado y Mexicali, hablando en el contexto religioso, pues al menos cinco sacerdotes han perecido a causa de la enfermedad o sus decesos son relacionados a esta.
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De acuerdo con el registro de esta casa editorial y de la misma Diócesis de Mexicali, el primer caso se daría el 21 de mayo con la muerte del presbítero Francisco Javier Magallanes Cortés, quien en años anteriores estuvo oficiando en Inmaculada Concepción y tuvo sus últimos días en la parroquia San María Goretti, en la capital bajacaliforniana. No obstante, de manera extraoficial y por datos compartidos por amistades, se sospecha que las complicaciones de salud se relacionaron a síntomas por el SARS-CoV-2, aunque se dijo lo contrario en un oficio firmado por el presbítero Ángel Rogelio Izaguirre Miranda.
Posteriormente, el padre Nicolás “Nico” Alvarado, quien fuera diácono de Inmaculada Concepción y primer sacerdote del valle de Mexicali, moriría a sus 79 años en las mismas circunstancias.
Luego, la mañana del 4 de enero se confirmó el fallecimiento del padre José María “Chema” González, quien rondando los 60 años murió tras varios días de luchar contra el Covid-19 en el Hospital General de Mexicali y se le recuerda por ser el fundador del Santuario Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, antes Capilla de las Rosas.
Tan solo tres días después, el padre Moisés Olmos Ponce también perdería la batalla contra el nuevo coronavirus, así como el padre Juan Manuel Molina el 18 de enero, siendo éste último colaborador de la Organización Editorial Mexicana en su estación “ABC Radio” y párroco fundador del Instituto Bíblico Diocesano, de donde han surgido líderes espirituales en esta región.
Debido a estos casos y a que las actividades religiosas continúan, por lo menos en esta ciudad fronteriza, el padre Ramón Tapia, actual vicario episcopal de la Diócesis a cargo de Inmaculada Concepción, dijo que las celebraciones se realizan con “estrictos controles sanitarios”, por lo que la gente no tendría de qué preocuparse, siempre y cuando utilicen cubrebocas, gel antibacterial y sigan las instrucciones para una comunión con sana distancia.
En ese sentido, el párroco Germán Orozco, de Nuestra Señora de Fátima, expresó que las misas siguen con el 25% del aforo y además que son transmitidas vía redes sociales, lo que minimiza el riesgo.
“Les pedimos que seguimos respetando las normas. No hay actividades que pongan en riesgo, pero tienen que usar cubrebocas y acceder a la comunión en la mano. El Consejo Municipal de Salud está en constante contacto con el vicario episcopal seguimos adelante”, declaró.