Víctima de las redadas masivas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), de paso por la casa del migrante “La divina providencia” se encuentra el señor Fernando Garibay Jerónimo, tras haber vivido 10 años de su vida de manera legal en el estado de California.
De 69 años de edad, el oriundo de Michoacán, se despertó un día con la presencia de las autoridades del ICE, quienes en ese mismo momento lo detuvieron, lo imputaron por un delito que dice no cometió, el cual le costó pasar un tiempo en la cárcel.
“Al ser detenido por el ICE, además de que pasé un tiempo preso, perdí mis derechos en Estados Unidos, perdí mi residencia legal en aquel país y tengo una amenaza de por lo menos 10 años de cárcel si vuelvo a pisar suelo norteamericano, todo esto sin deberlo ni temerlo, al parecer fue por las redadas”, expresó.
Para don Fernando, resultó extraño ser parte del fenómeno de deportaciones masivas, cuando su estatus en territorio estadounidense fue legal, además, siempre cumplió con el pago de los impuestos.
“Como mi caso hay muchos, simplemente cuando a mí me detuvo el ICE, junto a mi estaban otras cinco familias que también fueron sorprendidos mientras estaban en casa”, contó.
Ante la situación, solo espera que su familia en México le envíe recursos para poder volver a su natal Apatzingán, en donde dijo, le gustaría iniciar una nueva vida, alejada de amenazas mediáticas de represión en contra de los mexicanos en Estados Unidos.
“En Michoacán está mi familia, mis hijos y mis nietos que hace un tiempo no veo, entonces la parte buena de esto es que voy a poder estar con ellos. Ya no quiero saber nada de Estados Unidos, es demasiada la presión que se vive allá”, declaró.
HAY POCOS DEPORTADOS
Según los datos de La divina providencia, el número de deportaciones por esta frontera ha bajado de manera considerable, ya que se registran entre 15 y 20 diarias, cuando anteriormente, la cifra llegaba a más de 70 por día.
De la cantidad que es repatriada por San Luis Río Colorado, solo el mínimo, es decir, de dos a cinco aterrizan a la casa del migrante, el resto toma el autobús de manera directa con destino a las ciudades de Tijuana o Tecate para intentar regresar a Estados Unidos.
256 Mil personas fueron deportadas durante el 2018, se trató mayormente de mexicanos.