Las familias que residen al final de la mancha urbana deben soportar el crudo invierno y son víctimas del frío intenso que se cuela por todos los rincones de sus viviendas que no están en óptimas condiciones para estos climas.
A causa de las bajas temperaturas que se están presentando en este municipio, las cuales descenderán a los 6 grados centígrados esta semana, personas de todas las edades están padeciendo enfermedades de las vías respiratorias, especialmente los niños y las niñas que integran familias vulnerables que tienen su domicilio en colonias de la periferia.
Estas familias carecen del servicio de energía eléctrica, además de que sus casas las construyeron con materiales de desecho como madera, lona, cartón y lámina que recogieron del “basurero municipal” y de las calles, por lo que tienen fisuras por las cuales ingresa al interior el frío, polvo y lluvia.
Al no contar con electricidad, las familias de la Colonia Topahue no tienen la opción de encender un calentador eléctrico para mitigar el frío, por lo que optan por hacer fogatas en el exterior y al momento de acostarse en sus camas se colocan el mayor número posible de cobijas, aunque en ocasiones las que tienen no son suficientes.
Los vecinos de este sector de la ciudad coincidieron al señalar que por las noches el frío es insoportable, además dijeron que temen que la próxima semana bajen aún más las temperaturas como lo anunciaron las autoridades de Protección Civil Municipal, pues esta situación les impedirá dormir plácidamente.
Las familias comentaron que los problemas económicos no les permiten construir una vivienda de ladrillo o “block” para poder resguardarse de las inclemencias del clima que en esta zona desértica se tornan extremas tanto en el verano como en el invierno. De ahí que se ven obligados a habitar casas de cartón y de madera que ellos mismos edificaron.
Tienen carencias
En este sentido, Beatriz Rosales, quien tiene su domicilio en la avenida Haití y calle 29, indicó que su casa fue construida con pedazos de madera, lona y láminas y, por el momento, no tiene piso de cemento sino de tierra.
“Mi familia la integramos yo, mi esposo y mis hijos de 5, 12 y 15 años. Hemos sufrido mucho por el frío. Anoche fue una de las noches más frías que hemos sentido. Tenemos cobijas, pero nos faltan más. Nos bañamos en un baño improvisado y se mete todo el frío por eso cada rato nos enfermamos de gripa”.
Por su parte, Miguel Ángel Gámez y Laura Alicia Carranza, comentaron que desde hace 8 años viven en una casa de madera. “Pues sí, el frío se cuela por todos lados, pero qué vamos a hacer. No nos queda de otras más que echarnos más cobijas”.
Mientras que Julio César Larios quien reside por la avenida Bolivia y calle 30, destacó que él mismo hizo su casa utilizando pedazos de madera que recolectó del relleno sanitario. “Para calentarnos hacemos lumbradas en el patio y apenas así estando cerca de la lumbre aguantamos el frío y pues en las noches nos cobijamos bien. La verdad sí ha hecho mucho frío y se espera más”.