La señora Mónica Yolanda Celada Mata hace un mes salió de Guatemala acompañada de su esposo y de sus hijos de 13, 10 y 4 años de edad, con miras a llegar a Estados Unidos para tener una mejor calidad de vida y buscar ayuda médica para atender el problema de salud que tiene el padre de familia quien está perdiendo el sentido de la vista.
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Mónica Celada comentó que la decisión de emprender el viaje hacia “lo desconocido”, se debe a la difícil situación económica que vivían en su lugar de residencia en donde ella tenía un trabajo como secretaria y su esposo estaba desempleado desde hace varios años pues a raíz del problema de debilidad visual que presenta, fue despedido de la empresa en la que laboraba.
“Yo ganaba muy poco y no nos alcanzaba. Además, los doctores no nos daban muchas esperanzas con la enfermedad de mi esposo. Por eso queremos ir a Estados Unidos para poder trabajar y que nuestros hijos sigan estudiando y también para ver si a mi esposo lo atiende un buen doctor. Con un ojo no ve nada porque en 2015 tuvo desprendimiento de retina y con el ojo izquierdo solo ve un 10%”.
Contó que, para poder viajar, tuvieron que vender una camioneta en la cantidad de 21 mil quetzales que equivalen a 52 mil pesos mexicanos, con los que cubrieron gastos de transporte, comida y alojamiento del trayecto de Guatemala a San Luis Río Colorado, Sonora, México.
“Entramos a México por Tapachula, Chiapas. Llegamos hasta aquí (San Luis Río Colorado), porque una amiga nos dijo que cruzó por aquí, que no era tan difícil pasar la frontera. Cruzamos por un canal, pero, ahí, unos policías nos quitaron el dinero que traíamos. Nos lo quitaron todo y nos dejaron sin nada”.
Agregó: “Nos entregamos a la gente de migración de Estados Unidos porque nos habían dicho que si te entregas te dan oportunidad de pedir asilo, pero ni caso nos hicieron, luego luego nos echaron. Nos quitaron las pocas cosas que traíamos, la ropa y otras cosas personales. Creí que iban a portarse bien con nosotros y que se iban a apiadar por la situación de mi esposo, pero no, no sucedió”.
Tras haber sido deportados a México, Mónica Celada y su familia fueron guiados por agentes del grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) hacia el albergue para migrantes “Don Chon” en donde permanecen en este momento.
Con lágrimas en los ojos, la madre de familia externó: “stoy desesperada, estresada, no sé qué hacer. No sé si vamos a volver a cruzar, si nos vamos a quedar en México o si vamos a regresar a Guatemala. Es muy difícil todo esto por lo que estamos pasando. Mi esposo está muy mal, casi no ve. Y yo, aunque me sienta mal no puedo demostrarlo. Tengo que hacerme fuerte. No me puedo quebrar ahora”.
Además, refirió que cuando llegó a San Luis Río Colorado y vio el cerco metálico que divide a México de Estados Unidos pensó: “Ya la hicimos. Ya llegamos a Estados Unidos” sin imaginar lo complicado que resulta cruzar esa línea divisoria que tantas personas anhelan atravesar para hacer realidad el llamado “sueño americano”.
CENTROAMERICANOS EN SLRC
Cabe mencionar que, en esta ciudad, de 2021 a la fecha, se ha notado una mayor presencia de migrantes centroamericanos, en comparación con años anteriores, quienes vienen con la intención de llegar “al otro lado” de la frontera, algunos de forma ilegal y otros más a través del trámite de asilo humanitario.
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La gran mayoría de los migrantes que son atendidos en el Albergue para Migrantes “Divina Providencia” y Albergue para Migrantes “Don Chon” son centroamericanos, principalmente, de países como Honduras, El Salvador y Guatemala, seguidos por mexicanos de los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán y actualmente están arribando venezolanos.