Dos verificadores de la Unidad Contra Riesgos Sanitarios visitaron puestos instalados en el Golfo de Santa Clara donde hicieron algunas recomendaciones; las faltas más comunes fueron la ausencia de cubre boca y pelo.
El jefe de dicha dependencia, José Luis Tova Tovar, reconoció que es difícil tener control de más de 70 vendedores fijos y semifijos, además de ambulantes en playa, atendiendo decenas de personas por hora, pero durante jueves y viernes se realizó vigilancia para reducir riesgos.
Indicó que se visitaron aleatoriamente los puestos con la finalidad de detectar actividades insalubres, fueron tanto locales de venta de comida, gasolineras y prestadores de servicios.
“En este caso nuestra función está más orientada a proporcionar información a los vendedores de alimentos que les permita ofrecer un servicio de calidad, más allá de sancionar”, indicó.
Dijo que se hizo revisión de al menos 25 puestos durante los dos días en que estuvo el personal de la dependencia estatal, se emitían recomendaciones y en una segunda ocasión acudían a realizar una verificación de cumplimiento, en todos los casos se acataron las sugerencias.
“Los vendedores siguen las recomendaciones porque saben que estamos presentes, pero eso no evita que en algún momento puedan relajar la higiene, por eso es importante que el comensal sea selectivo”, finalizó.
El mejor verificador sanitario es el propio consumidor, cuando detecten alguna situación de riesgo deben evitar el lugar y reportarlo en la Unidad de Control Sanitario.