Tras ser amedrentada de por el gobierno de Cuba, donde le aseguraron que, de no mostrarse de acuerdo a su dictadura, sería privado de su libertad, hasta la frontera que divide a México de Estados Unidos por San Luis Río Colorado, llegó Dayanis y su familia, quien de un momento a otro decidió huir del país que la vio nacer.
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De acuerdo al testimonio de la joven, por ser profesionista, el gobierno se acercó a ella para ofrecerle salir de misión internacional, es decir, que prestara sus servicios como médico en países en crisis, por un sueldo que el mismo ente federal administraría a su conveniencia.
“Desde un principio yo me mostré en contra de salir de mi país, ya que es incierto lo que te pueda pasar porque me querían enviar a Venezuela, lejos de mi familia y de mi niño, además, el gobierno estaría lucrando con mis servicios”, expresó y agregó que, a manera de insistirle, recibieron amenazas directas de la administración de Cuba.
“Nos empezaron a tratar como si fuéramos terroristas, de pronto llegaban a mi casa a gritarnos a mi familia y a mí; me decían que tenía que aceptar salir de misión internacional, de lo contrario, lo lamentaríamos toda la vida”, compartió.
LO DETONANTE
El pasado febrero del 2019, hubo un cambio en la constitución de Cuba, al cual muchas personas fueron obligadas a firmar de conformidad, según contó Dayanis, sin embargo, quien se mostró en contra, lo pagó muy caro, desde ser víctimas de hostigamiento constante, hasta con su libertad.
“Nosotros no quisimos firmar porque no estamos de acuerdo con las políticas represoras de nuestro país, lo que causó que los militares volvieran a nuestra casa, esta vez para golpear a mi esposo y hermano, posteriormente llevárselos a prisión, pues ya tenían registro de que yo no quería aceptar sus disposiciones”, contó.
El gobierno nos dio dos opciones: que aprobáramos su política represora o nos atuvieramos a ser encarcelados de por vidaDayanis, refugiada cubana
La energética intención de gobierno porque aprobarán mediante una firma los cambios en la constitución, continuó para la familia de Dayanis, quienes, por segunda vez, fueron privados de su libertad, aunque esa ocasión por más días.
“Cerca de una semana no supimos nada de ellos (esposo y hermano), hasta que un día llegaron a casa, torturados, golpeados, desnutridos, enfermos y con heridas que hasta la fecha les causa estragos”, señaló.
Pero no todo quedó ahí, al intentar reincorporarse a sus centros de trabajo, no les fue permitida la entrada, mientras que a su hogar llegó por nueva ocasión un grupo de militares para decirles que, lo que hasta ese momento habían vivido, no sería nada en comparación con lo que les esperaba, de no mostrarse a favor del gobierno.
UN NUEVO COMIENZO
Ante las múltiples amenazas, a Dayanis y su familia no les quedó otra opción más que huir de su país natal para buscar una vida a salvo en otro lugar, en el que, como miles de cubanos, buscan una nueva oportunidad para asentarse.
Actualmente la doctora, su pequeño hijo, esposo y hermano, se encuentran en la frontera sanluisina, donde han encontrado un empleo temporal, mientras llega su turno para entrar a Estados Unidos a solicitar asilo político.
APOYA A OTROS MIGRANTES
Dayanis apoya al refugio temporal “Don Chon” con sus conocimientos como médico, al dar atención a otros migrantes, que en común buscan llegar a Estados Unidos