Los padres de familia deben guiar y acompañar a sus hijos en la etapa de la adolescencia, con la finalidad de que busquen el sentido de pertenencia dentro del núcleo familiar y no fuera de éste integrándose en pandillas o grupos delictivos.
El licenciado Arturo Tejeda, asesor psicopedagógico, opinó que” a pesar de que no podemos culpar a los padres por el proceder de los hijos, sí cumplen un papel fundamental en la educación y desarrollo de ellos, ya que en casa y en el entorno familiar se inculcan los primeros valores”.
Consideró que durante los últimos años se ha visto muy poca sensibilización y formación del sentido de pertenencia, concepto que se refiere a la circunstancia de formar parte de un grupo o una organización en donde valores como la lealtad y la fidelidad se forjan no en la enseñanza sino en la práctica.
“Como seres humanos sociales al primer grupo que pertenecemos debería ser el núcleo familiar; sin embargo, en la ausencia de este sentido de pertenencia a la familia, el individuo busca, por naturaleza, pertenecer a algún otro grupo que le dé la importancia y el valor que necesita. Es ahí donde la lealtad a la familia y, sobre todo a los padres, deja de existir”, resaltó Tejeda.
Es de suma importancia definir el rol de los padres en la vida de un adolescente, a quien, aunque no es un adulto, a veces, se le brindan los beneficios y los derechos de uno, por parte de los padres.
Los papás y mamás deben convertirse en acompañantes y guías de sus hijos, especialmente en esta etapa de la vida, hasta que estos sean capaces de tomar decisiones correctas por sí solos, lo cual implica conocer a fondo sus gustos, amistades, metas y sueños y aceptarlos siempre y cuando se conduzcan en el marco de la legalidad.
Tejeda concluyó con la frase del filósofo Jacobo Rousseau: "la naturaleza quiere que los niños sean niños antes de ser hombres, si invertimos este orden produciremos frutos precoces, inmaduros que se pudrirán muy pronto".