Oriunda de este municipio, Alba Nereida Zermeño, de 31 años, ha demostrado ser un ejemplo para la comunidad por su esfuerzo y dedicación, cumpliendo tanto en lo laboral como en sus dos pasiones: el canto y ser madre de familia.
La licenciada en Comunicación y Publicidad, con maestría en Educación, y quien labora actualmente en el Centro Universitario de Sonora (CUT) como promotora de difusión, dedica sus días a la promoción cultural en este municipio, pues forma parte de la organización del musical Momentos Mágicos, además de formar parte de varios escenarios y sitios donde la música y el canto sobresalen, sin descuidar a sus seres amados como su esposo e hijo, Felipe e Iñaki Sansón, así como a sus suegros, Irma Rodríguez y Gonzalo Sansón.
“Es pesado, porque tengo que salir corriendo a dejar a mi esposo, luego dejar a mi niño con mi suegra para irme a trabajar. Ella es un pilar muy importante para mí, porque ha sido como una segunda madre para mi hijo prácticamente, pues hago ocho horas en el trabajo, más aquellas en las que de pronto tengo que ensayar en lo del musical. Le quito un poco de tiempo.” narró Zermeño, para agregar: “Yo salí embarazada cuando estaba estudiando la maestría, entonces ahí me ayudó mucho mi suegra para poder terminarla. Me iba los viernes y los sábados a la escuela. Mi madre murió en el 2015. Ha sido para mi una bendición mi suegra en mi vida, así como mi suegro.”
La reconocida cantante sanluisina dio a conocer que su hijo fue muy deseado, pues previo a éste había perdido un bebé. “Yo tenía prácticamente cinco años de casada cuando nació mi bebé. Mi primer embarazo lo perdí; fue un bebé muy buscado porque mi mamá estaba perdiendo la vista por la diabetes, y yo quería tener un hijo para que ella alcanzara a conocerlo, pero mi mamá murió en noviembre de 2015, En enero de 2016 me embaracé del bebé que perdí. Fue muy difícil para mí porque me enteré de que estaba embarazada justo cuando mi mama acababa de morir. Casi nadie lo supo. Todo esto pasó prácticamente en un mes y medio. Al año después de esto, seguimos intentando, y pues mi bebé Iñaki llegó en el tiempo indicado. Yo siempre digo a la gente que los tiempos de Dios son perfectos, porque yo no quería quizá verle tanto el lado positivo, yo no quería quizá tener un hijo para mí, sino para mi mamá, y ahora ese hijo esta con mi mama en el cielo y ahora yo tengo lo que realmente deseo conmigo. Lo estoy disfrutando muchísimo.”
“Estoy muy feliz como mamá, y espero cumplir las expectativas de mi hijo, que quiero ser la madre perfecta para él, tenerle todo lo que pueda, sus beneficios, su comida, tiempo de calidad, y sobre todo hacerle ver que su mamá se ha esforzado para salir adelante y ser alguien en la vida.” comentaba Nereida.
En torno al tema del tiempo invertido en sus roles, explicó: “Trato de mediar y dar calidad en todo lo que hago. Sé que no estoy todo el día con mi hijo, pero lo que trato de estar, estoy con él. Creo que todos los músicos tenemos ese sueño frustrado de que queremos que nuestros hijos aprendan algo de música, entonces yo ya estoy así desesperada porque empiece a hablar a cantar y trato de darle ese tiempo y de que el aprenda algo de lo que a mí tanto me gusta. Ojalá que la gente también pueda vivirlo a través de la experiencia del arte. Ahora estoy en concursos de cantos como juez, veo a los jóvenes con tantas ganas y esos deseos de brillar en la música, lo disfrutan y es un buen camino, y a mí me gustaría que mi hijo siguiera ese camino. Sólo espero que le guste y no obligarlo.”
Nereida compartió a las mamás sanluisinas que: “Hay que tratar de que nuestros hijos tengan todo lo necesario en tiempo y espacio. Sé que a veces nos sentimos frustradas porque no tenemos tiempo suficiente, pero hay que recordar que ese tiempo es de calidad. Que muchas estamos en la necesidad de tener que trabajar porque ya un solo papá no es suficiente poder solventar los gastos de una familia con las situaciones que se viven actualmente. Es echarle ganas, y que seamos un ejemplo para nuestros hijos, sobre todo para que ellos después puedan decir que lo hicimos. Quisiera verlo reflejado en mi hijo, dar ese extra para que un futuro nuestros hijos nos lo reconozcan.”
Que nuestros hijos tengan todo lo necesario. A veces nos sentimos frustradas porque no tenemos tiempo suficiente, pero hay que recordar que ese tiempo es de calidad.
Nereida Zermeño