Más de un año es el tiempo que ha transcurrido desde que Kevin es atendido por el Hospital Infantil del Estado de Sonora, en donde ha recibido un estricto tratamiento para erradicar su cáncer. “El motivo de estar aquí es porque teníamos mucho tiempo sin venir, pues no le dan permiso a mi hijo de salir. Esto es para que él y yo descansemos.” Dijo Evangelina, madre del niño sanluisino, respecto a su visita a San Luis Río Colorado.
“Me siento bien ahorita. Entrando junio me tengo que ir a Hermosillo otra vez. Siempre me he sentido bien, sólo que a veces cuando me dan las quimioterapias no como. Llevo una dieta con betabeles para subir mis plaquetas.” comentó Kevin en entrevista.
“Cuando me dijeron que estaba enfermo yo no sentía nada, mi mamá se dio cuenta. Me quedé en quinto de primaria, y cuando vaya otra vez a la escuela me dijeron que haré un examen especial, para ver si puedo graduarme y pasar a la secundaria. Extraño a mi familia. Estar aquí, porque allá no me siento bien.”
“Gracias por estar al pendiente de mí, por ayudarme y espero que no dejen de hacerlo, que sigan apoyando a otros niños.
Al respecto, su mamá agregó que “en cada quimioterapia, a mi niño se le bajan mucho las plaquetas, sus defensas y glóbulos blancos. Cuando pasa eso, los médicos andan corriendo intentando ubicar la sangre y plaquetas para él. Es muy difícil porque casi no hay donadores, y cuando hay no cumplen con todos los requisitos, que son muchos.”
Llevando una vida entre el hospital y el albergue del Movimiento RAS, Kevin recibe cuidados específicos. “Hay mucha higiene. La alimentación debe ser muy buena, aparte de que no debe hacer mucho ejercicio. No puede andar jugando como antes lo hacía. Las personas que estamos ahí, prácticamente somos como una familia.
Recordando experiencias, Evangelina comentó que ha pasado por muchos momentos de desesperación y dolor, pues está a la expectativa de los resultados diarios en el tratamiento de su hijo. “Al principio eran puras malas noticias. Cosas que no se lo deseo a nadie. Es una cosa muy fea estar viviendo esto y todavía estar lejos de la familia. Tengo otro niño de 13 años, y se queda con mis hijas, pero no es igual. Es una desesperación e impotencia no poder estar con mis otros hijos. Dolía recibir noticias de la condición de Kevin, de cómo no salía adelante y el tumor iba creciendo, pero también en estos últimos días, ya después de un año, me dijeron que no se le miraba nada. Ahí me quedé sin habla.”
En entrevista, se supo que Kevin ha recibido ya nueve ciclos de diez quimioterapias cada una, restándole una para completar las cien aplicaciones. “Él recibe un tratamiento de los más fuertes, según médicos. Tuvieron que ser así porque el tumor que él tenía era muy agresivo. Además, ya recibió 31 radiaciones, y pues todos me dicen que mi niño es un guerrero muy valiente. Él ha soportado tanta cosa que le han hecho.”
Evangelina exhortó a las madres de familia a cuidar a sus hijos. “Cualquier cosita que miren que no sea normal que se fijen, para que no vaya a suceder lo mismo que con nosotros.”
TIENE BUEN PRONÓSTICO
Evangelina dijo que ha recibido muy buenas noticias, pues le han dicho médicos que ya no se le mira tan prominente el tumor que le fue diagnosticado a Kevin hace un par de años. “Era muy grande lo que traía, y estas últimas resonancias que le hicieron me dijeron que no se le miraba ya en su cabecita.”
Lo más importante, dijo la mamá de Kevin, es juntar todas las unidades de sangre, porque tiene que llevarlas a Hermosillo. “Se deben muchas unidades de sangre y plaquetas en el hospital. Necesitamos que haya más donadores. Ahora que vayamos a regresar, nos gustaría llevarnos la sangre que nos puedan donar.”
Extraño a mi familia, el estar aquí; y gracias por estar al pendiente de mí, por ayudarme y espero que no dejen de hacerlo, que sigan apoyando a otros niños
Kevin Peralta, guerrero contra el cáncer