Desde el inicio de la pandemia, tanto el personal de salud como sociedad en general han tenido que adaptarse a los cambios que han surgido, siendo el distanciamiento social una de las medidas más conocidas para reducir la probabilidad de contagio entre una persona y otra.
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Junto a esto, protocolos sanitarios se han creado para poder vivir en una nueva normalidad y realizar actividades habituales como acudir al supermercado o a una cita médica, como es el caso del uso del termómetro infrarrojo o “de pistola” en los filtros de acceso, con lo que se calcula la temperatura de una persona para saber si tiene fiebre, que es uno de los síntomas principales del Covid-19.
Sin embargo, diversas advertencias comenzaron a surgir a través de las redes sociales, haciéndose virales al paso de los días y las cuales se empezaron a compartir en las redes sociales como “cadenas”, afirmando en unos que la señal de dicho aparato “daña irreversiblemente las neuronas” y en otros que (sic) “se ha detectado que no todas las pistolas están calibradas para evitar que si por error apuntan a la retina no la lastimen”.
Para desmentir que estos termómetros causan daño cerebral y ocular, el médico Oscar Castro Guevara, director de la Unidad Médica Familiar (UMF) No. 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afirmó que son inofensivos y muy necesarios para la detección oportuna de una sintomatología relacionada al nuevo coronavirus, tomándola como herramienta esencial hoy en día, sobre todo porque se puede utilizar a distancia entre quien lo usa y quien recibe la señal.
“Está un rumor que dice que puede dañar el cerebro y en muchos filtros sanitarios empezaron a tomar la temperatura en brazos o cuello, lo cual no es la recomendación del fabricante de ninguno de estos aparatos”, dijo.
Además, explicó que esto es así debido a que en las extremidades la temperatura es mucho más fría que la que arroja la cabeza y que “si lo hacen basándose en esas `cadenas´ están registrando una temperatura mal tomada”, dando a entender que, si esto sucede, estarían cruzando dichos filtros sanitarios decenas de personas que podrían tener este síntoma, detonándose así una posible red de contagio en bancos, supermercados, empresas, maquiladoras y hospitales, por citar algunos ejemplos.
“No genera daños, definitivamente no lo causa el infrarrojo y no hay tal exposición”, finalizó.