Una de las consecuencias de la cancelación de eventos como festivales, fiestas patronales y tradicionales relacionadas al calendario litúrgico, es la tensión por carencias económicas que viven actualmente las comunidades católicas de San Luis Río Colorado, lo que se aúna a las restricciones de aforo y poco interés de los feligreses en acudir de manera física a las homilías en parroquias y capillas, esto último resultando en pocas o nulas ofrendas y diezmos.
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Al respecto, el Ricardo Ibarra, padre de la parroquia de la Sagrada Familia en esta ciudad fronteriza, explicó que cada sector tiene sus necesidades y los problemas de recaudación de fondos para cada templo ha ido en aumento, pues aún tienen que pagar sueldos, servicios como agua, luz, teléfono, agua y, sobre todo, alimentación.
“Nos hemos visto limitados para hacer actividades debido a que todas ameritan un acercamiento con la gente. El clero católico necesita del apoyo de sus comunidades”, pronunció el líder espiritual con más de 29 años de servicio a Dios.
Ante esta situación, sabiendo que no solo él ha sido orillado a solicitar el apoyo de los fieles sanluisinos, pide a la población estar más al pendiente de quienes han ofrecido de sí mismos para compartir una palabra de aliento y mantener el fervor en la vida espiritual de la comunidad.
INTERSAN POCO MISAS EN REDES SOCIALES
A su vez, el párroco externó que además de la poca ofrenda que han podido recolectar en plena contingencia sanitaria, otro de los problemas es la poca participación o involucramiento de la gente en las actividades de sus comunidades católicas, a pesar de los esfuerzos por mantener la palabra de Dios a través de las redes sociales, como medida de prevención.
No obstante, su mensaje para estos tiempos de precariedad y tan difíciles para la gran mayoría es “confiar en Dios y volver la mirada a Él”.
“Esto es lo que podemos hacer ante esto que estamos viviendo, sobre todo ahora que estamos por celebrar la Navidad. Hay que volver la mirada a Dios, regresar a Él, aunque no estemos físicamente en los templos, pudiéndolo hacer desde nuestra casa a través de las redes sociales, para que se sigan fortaleciendo y que no se enfríen”, agregando en esto último que ha sido triste ver que el número de personas que suelen ver las transmisiones en vivo de las homilías, los cuales son mínimos en contraste con los que logran acudir físicamente.
Por otra parte, como recomendación, dijo que hay que cuidarse y atender las indicaciones de las autoridades del sector Salud, sin bajar la guardia ante, por ejemplo, las inclinaciones del ser humano hacia lo social, como lo es la convivencia.
“Invito a confiar en Dios, no pensar que nos ha olvidado y seguir teniendo cuidado. No poner oídos sordos a las indicaciones que nos dictan las autoridades sanitarias”.