Debido a la falta de una economía estable y la ausencia de una correcta orientación es que sanluisinos se enfrentan a trastornos alimenticios, dando como resultado a problemas como la obesidad, bulimia y anorexia.
Así lo mencionó María Aleisa Cáñez Souza, licenciada en Nutrición y encargada del departamento de su disciplina en Salud Pública Municipal, en donde afirmó que se han atendido más de 250 personas, mismas que han sido diagnosticadas con algún tipo de problema en cuanto a su alimentación.
“Desde el 25 de febrero hasta el cierre de agosto, se ha promediado hasta 40 sesiones al mes (…) en las que hemos detectado obesidad en pacientes, principalmente, entre los 40 y 57 años, seguido de la población de edades entre los 21 y 27 años”, dijo Cáñez Souza, agregando que en este municipio se ha presentado en menor escala la obesidad infantil, siendo atendidos tan solo cinco casos.
“En la mayoría de los casos, se ha visto que es motivada por depresión en los pacientes o por un descontrol hormonal”, sin embargo, mencionó que es la falta de recursos económicos es una de las causas principales. “Influye mucho porque un servicio de nutrición lleva un costo elevado. De manera particular o privada costaría alrededor de 400 o 500 pesos por sesión”, destacando que es en Salud Pública que el costo se reduce a 35 pesos.
“Además de la consulta, la persona que detectemos con una patología y trastorno como diabetes, hipertensión, altos niveles de colesterol, descontrol hormonal los remitimos a los otros servicios de Salud Pública”, indicando que existe una constante desorientación en cuanto a las funciones de un Nutriólogo. “Aquí les enseñamos cómo comer, qué tipo de alimento se puede consumir, que una alimentación saludable no significa que sea caro y que todo está en saber balancear y saber qué comidas están dentro del cuadro saludable”.
AUTO-DIETAS
Respecto a los casos en los que las personas inician un régimen de alimentación sin la supervisión de un nutriólogo, lo que comúnmente es visto en la realización de dietas como la llamada “Keto”, en la que las personas optan por abandonar voluntaria y repentinamente los azúcares y las harinas, Cañez Souza dijo que “a veces llegan diciéndome que lo intentaron durante dos semanas y que sufrieron dolores de cabeza, mareo, cansancio, y claro que así iba a suceder porque el carbohidrato es la fuente principal de energía. Si lo quitas de repente es cuando vienen consecuencias”.
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La experta en Nutrición afirmó que es importante saber balancear los carbohidratos, proteínas y grasas, antes que privarse de alimentos