Una de las primeras acciones emprendidas por los órdenes de gobierno ante la llegada del coronavirus a Sonora fue el cierre indefinido de centros nocturnos, cines y casinos, a manera de, poco a poco reducir los riesgos de agrupar a personas en lugares cerrados y no esenciales.

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Sin embargo, del grupo de establecimientos que temporalmente cerraron sus puertas, para el especialista en el trato de personas con adicciones, Arturo Tejeda Martínez, resalta ese sector de jugadores de máquinas de azar, también conocidos como ludópatas, que, al no ver una opción para saciar su afición a los casinos, “se encuentran pasando por una crisis emocional muy fuerte”, señaló.

“Recordemos que el vicio de una persona con ludopatía depende únicamente de los juegos que encuentra en un casino, entonces, al no existir esa opción, ellos atraviesan por un tema emocional y físico muy fuerte, similar al de cortar de tajo cualquier vicio, incluso comparado con alguien envuelto en las drogas”, expresó

El coordinador operativo del Centro Especial para Adictos (CEA), resaltó que, en estos momentos, la familia juega un papel fundamental en la vida de los ludópatas, pues son el primer contacto, ya que, por lo general, el perfil de estos aficionados a los juegos de azar, lleva a la negación del problema.