Por falta de transporte escolar, los poco más de 200 estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica número 42, localizada en el ejido Nuevo Michoacán (Riíto), están perdiendo días de clases; por tal motivo, los padres de familia exigen a las autoridades educativas atiendan esta problemática de inmediato.
La señora Beatriz Macareno Aguilar, vice-presidenta de la Sociedad de Padres de Familia, manifestó inconformidad debido a que los tres camiones que se tienen en el plantel educativo, están en pésimas condiciones, representando un riesgo para los estudiantes.
“De los tres camiones que tiene la Secundaria, dos están en el taller mecánico y uno está funcionando, pero todos están en mal estado, fallan a cada rato, entran y salen del taller. Por eso consideramos que las autoridades educativas deben mandar nuevas unidades”, destacó.
Los padres de familia enviaron un escrito a la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) para hacer la petición de camiones nuevos, tomando en cuenta que el servicio de transporte escolar es necesario porque la mayoría de los estudiantes residen en poblados rurales alejados de Ríito, entre los que nombró los ejidos Emiliano Zapata, Luis B. Sánchez, Fronterizo e Independencia.
“El único camión que sirve no se da abasto para recoger y llevar a casa a tantos estudiantes, necesitamos tres camiones en óptimas condiciones que garanticen el traslado seguro de nuestros hijos”, externó Beatriz Macareno.
Los padres de familia decidieron, esta semana, no enviar a sus hijos a clases, mientras no se envíen camiones funcionales. Cabe destacar que ayer se reunieron para acordar las acciones a emprender para lograr que el Gobierno de Sonora atienda la solicitud y contemplan visitar al alcalde para pedir su apoyo en esta situación con la que resultan afectados los jóvenes estudiantes de la Técnica 42.
Las constantes reparaciones mecánicas de los camiones escolares les cuestan a los papás, ya que el dinero que se paga al mecánico proviene de las aportaciones de ellos, quienes además cooperan para cubrir el gasto del diésel, apuntó Beatriz Macareno.