Para prevenir problemas de sobrepeso y obesidad infantil, en el Jardín de Niños “Josefa Ortíz de Domínguez” se lleva a cabo un proyecto que promueve la cultura de la alimentación saludable y la práctica del ejercicio físico, gracias al cual no hay alumnos pasados de peso en esta institución educativa.
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Irma Gabriela López Galaviz, directora del plantel educativo, señaló que se integró el Consejo Escolar de Participación Social en la Educación (CEPSE) el cual funciona a través de comités de promoción del cuidado de la salud, limpieza, higiene y demás aspectos.
Lo que se busca con el proyecto que surgió por iniciativa de las educadoras de este “kínder”, es cuidar desde temprana edad la alimentación saludable, dejando de lado la comida chatarra como las frituras, bebidas gaseosas y otras.
“Sabemos que los niños comen lo que en casa les ofrecen. El problema de la inadecuada alimentación es cuestión cultural por eso la importancia de trabajar para inculcar hábitos de alimentación saludable en nuestros niños y eso es tarea no solo de las educadoras sino también de los padres y madres de familia”, dijo.
Las educadoras solicitan a los padres de familia que sus hijos porten loncheras transparentes para que los miembros del comité de promoción del cuidado de la salud verifiquen que no ingieran comida chatarra, tomando en cuenta que muchos de los niños y las niñas desayunan en el receso escolar.
A los padres de familia, al inicio del ciclo escolar, se les entregó un menú que incluye sugerencias de comidas que aportan los nutrientes necesarios para el sano desarrollo físico y mental de sus hijos.
ACEPTAN PADRES PROYECTO
Irma Gabriela López subrayó que en este “kínder” no se tienen problemas de alumnos con sobrepeso u obesidad, pues de los 138 inscritos solo uno presenta obesidad; sin embargo, es de suma importancia seguir con estas acciones, precisamente, para evitar que se den casos.
Poco a poco los padres de familia han asimilado que este proyecto es en beneficio de sus hijos y lo han aceptado, al igual que los niños y las niñas quienes ahora cuando ven que uno de sus compañeros trae en la lonchera comida chatarra, lo dan a conocer a sus maestras.
“Cuando un niño trae de lonche alimentos que no le favorecen se les quitan y se resguardan en la dirección para entregarlos a la hora de salida a los padres. Pero ese día no se deja al niño sin comer pues se invita a otros a compartir con él parte de comida”, externó.
Aunado a las estrategias de la alimentación saludable, se integra a la niñez en rutinas de activación física guiados por las mismas educadoras a falta de interés de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) por asignar a un profesor de educación física.