Han sido meses de espera para las familias migrantes asentadas en el campamento ubicado en la franja fronteriza de este municipio, para recibir el llamado de parte del gobierno estadounidense para recibir asilo.
Actualmente, restan 39 familias, las cuales están conformadas por un total de 118 personas y de las que se han identificado dos personas de Baja California, 58 personas de Chiapas, 50 personas de Guerrero, cinco de Michoacán y tres de Veracruz.
Entre ellos, 64 son menores de edad, de los cuales uno es recién nacido y dos más con discapacidad mental y física, estos últimos de tres y cinco años de edad.
Del conteo anterior, solo cinco familias son de origen venezolano, mientras que el resto son migrantes mexicanos. Todos estos, pertenecientes al registro de los 305 números repartidos para el proceso legal con tiempo de espera entre dos y seis meses.
Estos datos fueron compartidos por Miguel “N”, persona delegada dentro de la misma comunidad de migrantes para llevar el registro de todos y apoyar a las autoridades en el proceso. “El lunes pasaron diez personas, correspondientes a cuatro familias, y el martes pasaron siete personas, distribuidas en dos familias. Ayer solo se recorrieron porque, cuando son llamados, las familias restantes tienen que mover sus carpas con todas sus pertenencias.”
“Para evitar la compra de números para pasar antes de tiempo, hemos implementado un sistema que funciona según la enumeración en la lista de espera de cada familia. Dependiendo el número que le haya tocado, es el tiempo de espera en promedio.” Dijo Miguel, destacando que estos datos son respaldados por Grupo Beta, dependencia federal de apoyo al migrante en el estado, la Dirección de Seguridad Pública Municipal y el Ejército Mexicano.
REQUIEREN NIÑOS APOYO
Grupos altruistas y personas caritativas han brindado apoyo durante este tiempo, aunque se han visto en ciertas dificultades respecto a la alimentación e higiene de los más pequeños. “No es que queramos pedir ayuda, no es nuestro objetivo. Hay familias que ya están trabajando y se hacen cargo, pero sí hay bastantes pequeños aquí. Mamás del campamento han deseado agua, pañales, papillas para bebés, bolsas de plástico, fórmula láctea, o lo que sea de su deseo, para atender a sus hijos”. Agregando también que han tenido la necesidad de medicamentos antivirales y analgésicos, sobre todo infantiles.
MEDICINAS
Migrantes mencionaron necesitar atención médica, así como atención a niños del lugar, además de medicamentos antivirales y analgésicos.