Emprende ciego negocio propio

En los grupos de invidentes en los que ha participado, Rodrigo Rojas ha aprendido diversos oficios que lo han ayudado a salir adelante y llevar el sustento a su hogar

Gloria Negrete | Tribuna de San Luis

  · lunes 19 de agosto de 2019

El señor Rodrigo Rojas disfruta el trabajo que realiza confeccionando artículos de limpieza para la casa y oficina / Cortesía

Rodrigo Rojas Núñez, es un hombre de 46 años de edad que hace 8 perdió el sentido de la vista. Situación que lo obligó “ver” la vida de diferente manera y a buscar el sustento diario elaborando artículos de limpieza para el hogar.

Contó que pasó por momentos difíciles al quedarse ciego de un día para otro, pues una tarde al llegar a su casa luego de una ardua jornada de trabajo en la construcción y carpintería se dispuso a cenar y después a mirar televisión, cuando de pronto ya no vio.

Los perros deben permanecer en lugares limpios para evitar que se infesten de garrapatas / Cortesía

“En ese rato pensé que se me había borrado por completo la visión por el cansancio. Me fui a dormir y en la mañana al despertar no miraba nada. Fue cuando me di cuenta que me había quedado ciego. Más tarde, los médicos me lo confirmaron. El diagnóstico fue, debilidad en el nervio óptico”, externó.

“Fueron días muy difíciles para mí. Entré en una depresión muy fea. Llegué a pensar en el suicidio, pero gracias a mi madre, que estuvo conmigo dándome ánimos, pude salir adelante”.

En la actualidad, Rodrigo Rojas tiene una percepción distinta de la vida porque asiste a grupos integrados por ciegos y débiles visuales con quienes convive y en los cuales ha participado en cursos de panadería, uso del bastón para ciegos y, de elaboración de productos para la limpieza de la casa.

Cortesía

Poco a poco, ha adquirido el equipo que necesita para instalar un taller en el que hace trapeadores, escobas, recogedores, aromatizantes líquidos y jabón multiusos que ofrece en venta los jueves y sábados de las 8:00 a las 12:00 horas en el tianguis del Bosque de la Ciudad.

Por fortuna, hace 7 meses conoció a “Chabelita” quien lo apoya en todo lo que hace. “Ella, mi señora, es de gran ayuda para mí. Estoy contento porque ya no estoy solo y porque quedaron atrás esos días de depresión por los que pasé”, concluyó.