Si bien la amplia variedad gastronómica en el municipio ofrece platillos ricos en sabor, así también en carbohidratos y grasas saturadas que, en exceso, no son benéficas para la salud. Además, aunque son de bajo costo, profesionales en la materia alimenticia afirman que es mejor apostar por la inversión de un nutriólogo que se haga cargo de las recomendaciones para cada persona en cuanto a la dieta ideal.
Lot Burrola Herrera, licenciado en Nutrición con Maestría en Ciencias, dijo que “definitivamente en México los problemas de sobrepeso y obesidad son muy notorios. Este es el segundo país con mayor índice de sobrepeso y obesidad en adultos y el primer lugar en obesidad infantil. Sé que las personas quieren hacer las cosas bien, pero son víctimas de publicidad engañosa”, dijo el también director de la carrera de Nutrición de una reconocida universidad en Mexicali.
“Hoy en día, la economía proviene tanto del hombre como de la mujer y, por cuestiones de tiempo, acuden a ciertos establecimientos para adquirir cierto tipo de alimento, los cuales son frecuentemente altos en contenido energético y nutrientes necesarios, aunque no recomendables, como el azúcar o grasa saturada, los cuales nos llevan a presentar un exceso de peso”.
Respecto a los supuestos altos costos de mantenimiento de una dieta preparada con un nutriólogo, en contraste con aquella forma de alimentación sin planeación alguna, Burrola mencionó que “ese es otro punto donde hay una desinformación sobre que llevar una buena alimentación es caro. Hay que ver, por ejemplo, cuánto me sale a mí preparar una ensalada, consiguiendo todos los ingredientes para prepararla en casa. Así, es sumamente más económico realizarla, a diferencia de aquellas que se compran en algún establecimiento, en donde frecuentemente cuestan hasta cuatro o cinco veces más cara que lo que me sale realizarla casera”.
“En unos tacos y un refresco se invierten de 50 a 80 pesos. Eso se invierte en una sola comida, que básicamente están fuera de las características de una alimentación saludable. En contraste, comprar un kilo de manzanas, que son alrededor de cinco, te ayuda a cubrir tu porción de fruta recomendada durante tres días, invirtiendo tan solo lo que cuesta una sola cena”, dijo el nutriólogo, agregando que aún persiste la desinformación en cuanto a las funciones de un nutriólogo, ya que el imaginario colectivo señala que recetará puras ensaladas o frutas, cuando en realidad adecúa las cantidades necesarias de alimentación, según las características de cada persona.
COSTOS DE UN NUTRIÓLOGO
Sumado a lo que representa el costo de una sana alimentación, en la cual se considera la adquisición de mayores porciones de frutas y verduras, así como proteínas e ingredientes con características específicas, Lot Gurrola mencionó que hay que considerar los tiempos de inversión y la cantidad de dinero a invertir para el servicio de un nutriólogo profesional. “Los costos en el sector privado pueden ir desde los 300 pesos por sesión hasta los 800 pesos. Por mi parte, se cobran 500 pesos por sesión, con duración de una hora, aproximadamente. Se les cita cada dos semanas y conforme se vayan presentando los avances vamos extendiendo las citas cada dos meses”, lo que lleva a un costo entre 5 mil a 8 mil pesos anuales, como mínimo, ya que posiblemente se incluyan servicios por parte de otros profesionales de la salud.
CUESTA MÁS LA ENFERMEDAD QUE LA DIETA
Según la experiencia de la licenciada en Nutrición, Perla Ivón Duarte Torres, profesional en la materia en Baja California, existen problemas de salud que se derivan de una mala alimentación o la implementación no adecuada de una dieta establecida por el nutriólogo.
“Una de las principales causas del fracaso de las dietas del efecto `rebote´ que se llega a presentar al dejar de seguir un régimen alimenticio es el auto indicarse dietas sin asistir con un profesional del área de la salud especializado. Son muchos los factores que se consideran para poder elaborar un plan de alimentación personalizado, como peso, edad, sexo, enfermedades y actividad física”, dijo la entrevistada, haciendo mención que “no a todos les funciona una misma dieta, y eso trae consigo varios problemas por resultados no deseados como fatiga, debilidad o mareo, lo cual es señal de posibles deficiencias nutricionales”.
A su vez, destacó que la gente que prefiere comprar algo rápido y barato en la calle, pues predomina la idea de que comer sano es caro. “Sin embargo, considero que sale más caro comprar medicamento para poder controlar las enfermedades que tu cuerpo algún día te cobrará por no llevar un estilo de vida saludable desde temprana edad. En realidad, todo es cuestión de organizarse y fijar tus prioridades. Las principales causas de muerte en México incluyen en su mayoría los malos hábitos, que se convierten en enfermedades crónicas”, subrayó la profesional en la materia.
PRODUCTOS MILAGRO
Por otra parte, Lot Gurrola exhortó a la comunidad a tener extremo cuidado con los denominados “productos milagro”, los cuales son vendidos a muy alto costo y que, sin embargo, son consumidos por gran parte de la población, sin tener en cuenta los aspectos médicos o clínicos, así como nutricionales para el organismo. “Existen esos dichosos kits de productos con los que hay que tener mucha precaución. Sí van a tener un resultado inmediato, pero es difícil de sostener económicamente. Hay retos alimenticios que duran menos de 20 días y que cuestan lo mismo que un servicio de nutriólogo por dos meses. Hay que ver en qué estamos invirtiendo respecto a nuestra salud. Si esa fuera la solución a los problemas, serían otras las estadísticas de sobrepeso y obesidad”, finalizó.
8 Mil pesos al año es el monto mínimo de inversión para el servicio de un nutriólogo
80 Pesos en promedio cuesta una cena de comida rápida, lo equivalente a un kilo de fruta
