Para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomiendan que, durante la actual temporada invernal, la población tome medidas preventivas y haga uso correcto de aparatos domésticos que funcionan a base de gas o al utilizar carbón, leña u otro combustible para cocinar o calentar los hogares.
El doctor Isaac David Pérez Jiménez, jefe de servicio de promoción a la salud de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 8 de Ensenada, Baja California, indicó que el monóxido de carbono o CO, es un gas inodoro e incoloro que puede enfermar y puede ser mortal; es altamente tóxico, se genera cuando un combustible como el carbón, la leña, el gas o la gasolina se queman de manera inadecuada.
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Explicó que en época de frío al cerrar ventanas se deben revisar aparatos domésticos que utilizan combustible para verificar que no tengan fugas de gas, “es importante dar mantenimiento periódico a las estufas, calentadores de agua o boiler, calentones o secadoras para ropa, ya que es necesario que tengan la calibración correcta y evitar que presenten fugas que incluso, pudieran ser causa de un siniestro”, advirtió.
Pérez Jiménez destacó que tanto los humanos como los animales corren riesgo de intoxicarse; ciertos grupos como niños y niñas, así como son personas con enfermedad cardíaca crónica, anemia, o problemas respiratorios, son más susceptibles a los efectos por inhalación de ese combustible y éstos se manifiestan generalmente con dolor de cabeza, mareo, debilidad, náusea, vómitos, dolor de pecho y confusión, entre otros síntomas.
Detalló que la ingestión de altos niveles de monóxido de carbono puede producir desmayo y hasta la muerte. Salvo que se sospeche la causa, la intoxicación por monóxido de carbono puede ser difícil de diagnosticar debido a que los síntomas son similares a los de otras enfermedades.
Finalmente, señaló que la mejor medida preventiva es la ventilación permanente en el hogar. Antes de dormir o salir de casa, verificar que los equipos de gas estén correctamente cerrados y/o apagados; la llama de gas debe ser azul y no amarilla; revisar que las tuberías de agua caliente no tengan fugas.