Para alcanzar los sueños es necesario esforzarse y trabajar intensamente como lo hicieron el matrimonio formado por Benjamín Alfaro y Leticia López, filosofía de vida que le transmitieron a su hija Martha Alfaro quien ahora está al frente de un exitoso negocio fundado por sus padres en 1988.
Hace 30 años arribaron a San Luis Río Colorado, Benjamín y Leticia procedentes de Ocotlán, Jalisco, acompañados de 6 de sus 9 hijos para que ellos pudieran cursar una carrera universitaria, porque de dónde venían no había escuelas de nivel superior.
Aquí, en esta ciudad, tenían familiares por eso tomaron la decisión de quedarse a radicar e iniciar con una empresa propia de venta de comida preparada porque en Ocotlán a eso de dedicaron por 20 años.
SABOR CASERO ATRAE CLIENTELA
Así lo platicó Martha Alfaro López, hija de los fundadores de “Cocina Alfaro”, quien contó que este negocio empezó a atender hace tres décadas en un local de la avenida Carranza y calle Siete y desde hace 3 años está en la avenida Libertad y calle Nueve.
En un principio “Cocina Alfaro” era atendida por los esposos Alfaro-López y una empleada, con servicio solo para llevar y tiempo después debido a la aceptación de la gente, colocaron 4 juegos de mesas al interior para mayor comodidad de los comensales.
“Lo que mi mamá preparaba en ese tiempo era comida casera como caldo de res, chiles rellenos y variedad de guisos, impregnando la sazón que ya traía de Jalisco y del estado de donde fue originaria, Michoacán”, externó Martha Alfaro.
“Mis papás vinieron en busca de mejores oportunidades para ellos y para nosotros, sus hijos, y las encontraron, por eso aquí nos quedamos. Tenían el anhelo de tener un restaurante en San Luis y lo abrieron en cuanto llegamos, en 1988, y a la fecha sigue abierto”, refirió.
TRES GENERACIONES EN LA “COCINA”
Hace 22 años Martha se involucró en la empresa de sus padres quienes fallecieron hace algún tiempo, y actualmente es ella la que está al frente del restaurante en el cual, al ingresar, incluyó desayunos, servicio a domicilio e incrementó el menú utilizando siempre las enseñanzas y recetas de su madre en la cocina.
El éxito de este negocio se debe, en gran medida, al sabor casero de los platillos, ya que eso es un atractivo para los clientes que al comer en “Cocina Alfaro” se sienten como en casa, consideró Martha.
La hija de Martha, Alondra Pereda, está inmersa en las actividades del restaurante, capacitándose profesionalmente en el área de negocios gastronómicos.
Para Martha es motivo de satisfacción seguir al frente del negocio que con esfuerzo fundaron sus padres y lograron colocar en la preferencia de los clientes, pues gracias al trabajo que realiza en éste ha podido sacar adelante a sus hijas Alondra y Grecia y ha contribuido en el gasto de su hogar
