Un teatro, la Biblioteca Municipal, un parque y hasta el Centro de Reinserción Social (Cereso) es lo que se encuentra entre las 14 calles, 12 avenidas, un bulevar y 13 callejones que concentran a la colonia Burócrata de San Luis Río Colorado.
Este es uno de los principales asentamientos urbanos que conforman el municipio y uno de los más cercanos a lo que se le conoce como Centro de la ciudad, donde una de sus principales avenidas es precisamente la Carlos G. Calles, mejor conocida como la Internacional.
En esta colonia se encuentran los primeros lotes en los que se construyeron casas pequeñas estilo fraccionamiento, las cuales fueron hechas con intención de negocio, pues se las rentan a personas que vienen de paso al municipio o bien que vienen por temporadas a trabajar a Estados Unidos, según lo que cuenta uno de los dueños, quien tiene un total de seis casas en una privada que construyó en un terreno que heredó de su padre.
En cuanto a calles principales, podrían contemplarse dos, que son la 26 y la 34, aunque últimamente la Calle 30 es una de las preferidas para los conductores, por su mejor condición en temas de pavimentación y porque a pesar que en la mayoría de su extensión se tiene que hacer alto de cortesía, se transita más rápido que por las que tienen semáforo.
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El cereso quedaba en la orilla de la ciudad
Lo más llamativo de esta colonia es que casi en el centro, se encuentra el Cereso, un edificio grande, gris y de aspecto robusto por sus grandes bardas que rodean toda una cuadra que abarca tres calles y tres avenidas con su callejones, y que en los alrededores tiene como acompañamiento a las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y a los Juzgados.
En este preciso tema, las opiniones se dividen entre los vecinos del mismo sector, tanto que parece que se contradicen, pues opinan que como medida preventiva estaría bien que el Cereso se reubicara a las orillas, pero a la vez consideran que está bien que se ubique en ese lugar porque la vigilancia, se supone, se intensifica en los alrededores de este.
Pero los vecinos temen, porque aunque no han sido comunes o seguido, se han presentado motines y fugas del Cereso como la que sucedió hace un aproximado de 10 años, donde el que intentó huir, resultó abatido por los policías.
Hay quienes recuerdan que el Creso quedaba lejos, “¡allá en el desierto!” Se expresan con un tono de voz que hace sentir la lejanía, pero eso fue en los años 70, cuando la mancha urbana llegaba hasta la avenida Carranza.