Desde hace 40 años la señora Martha Lidia Madrigal, de 72 años, se ha dedicado al comercio ambulante de alimentos para vivir, luego de que su esposo se fue ella tuvo que afrontar la responsabilidad de su hogar.
Ella es quien el pasado 9 del presente mes fue víctima de una agresión afuera del perímetro de la Escuela Secundaria Federal Número 1 “Capital Carlos G. Calles”, conocida como “Fora 1”, por parte de quien es responsable de la tienda escolar, con quien había sostenido anteriores altercados.
Doña Martha fue visitada en su hogar ubicado en Tamaulipas y calle 34, fue captada al arribar del Ayuntamiento a donde asistió acompañada de su hijo para solicitar el permiso del Municipio.
En un principio se negó a dar la entrevista, pues temía que hubiera represalias por parte de la agresora, pero posteriormente tomó confianza y nos contó su historia.
Según relató no es la primera vez que tiene enfrentamiento verbal con quien se dice en Facebook es la titular de la concesión de la “Fora 1”.
“Muchas veces ha salido a decirme que no puedo vender ahí, que no tengo permiso, fui al Municipio y me dijeron que siguiera vendiendo, que no iba a tener ningún problema, que en caso de que hubiera otra situación, regresará”, indicó.
Martha Lilia relató que, dentro de los enfrentamientos con la concesionaria de la cafetería, siempre le pide compresión pues es una mujer de edad adulta que busca la forma de sacar adelante sus gastos.
“Cuánto daño le puedo hacer, si acaso vendo 20 o 30 hielitos en 10 pesos, ella tiene toda la escuela para ella solita, pero no de todas formas siempre me está diciendo cosas, hasta ayer que fue hasta afuera para gritarme y tirarme la hielera”, expresó.
La señora Madrigal recordó que hace algunos años estuvo vendiendo donas dentro del plantel, escondida detrás de un árbol, el director del plantel le dio permiso, pero para evitar conflictos decidió salirse, lo que fue peor.
“En tiempo de frio vendo donas, en calor mangoneadas y hielitos, así he vivido toda mi vida, solo que antes me iba casa por casa, pero es muy cansado”, indicó.
Ella teme que luego de dicho incidente no le sea autorizado el permiso o aun peor, no pueda continuar vendiendo en la escuela.
“No puedo vivir con los 2 mil pesos que me da el presidente Andrés Manuel López Obrador, mejor los invierto y así me rinde, yo solo quiero sacar dinero para vivir, no estoy haciendo nada malo”, finalizó.