El puesto de venta de elotes preparados “Elotes Doña Lipa” está a disposición de los clientes desde hace 60 años en el primer cuadro de la ciudad, atendido durante todo este tiempo por la señora Felipa Santos Ovaldo.
En 1958 llegó a San Luis Río Colorado la señora Felipa acompañada de su esposo Guillermo, procedentes de Acapulco, Guerrero, quienes vinieron con la idea de que tendrían mayores oportunidades de empleo que les permitiera tener una mejor calidad de vida para ellos y sus hijos.
La pareja de esposos tuvo la iniciativa de abrir su propio negocio, invirtiendo sus ahorros para comprar una carreta de madera, una tina de aluminio y varias docenas de elotes para ofrecerlos asados y cocidos a la gente que visitaba las tiendas del área comercial.
DISFRUTA PERMANECER EN EL PUESTO
Desde sus inicios, “Elotes Doña Lipa” atrajo a los clientes locales y extranjeros que visitaban la ciudad y que aprovechaban la ocasión para probar los ricos elotes preparados de la forma tradicional con mantequilla, limón, sal y salsa de botella.
Su nieta, Isabel Cano Ovaldo, platicó que se involucró en el negocio de su abuela “Lipa” desde sus primeros años de vida, pues siempre ha permanecido en el puesto ayudando en las diversas labores.
Por su parte, César Torres Ramírez, empleado de esta empresa desde hace 20 años, contó que la señora Felipa luego de 60 años de haber fundado esta micro empresa, sigue disfrutando su estancia diaria en el lugar, ya que asegura es un espacio donde se siente tranquila porque le agrada el contacto con la gente.
“Doña Lipa nos ha dicho que le gusta estar más en el puesto que en su casa. Al estar aquí ve mucha gente y platica con los clientes. Ya muchos la conocen porque vienen seguido a comer elotes”, refirió César Torres.
EN INVIERNO AUMENTAN VENTAS
Con el paso de los años, la variedad y modo de preparación de los elotes ha cambiado, por ejemplo, ahora se les agrega crema y queso, así como salsas de pepino, naranja, ciruela, mango y pico de pájaro, además de “chetines” y “colmillitos” molidos.
Ubicados en la avenida Madero entre las calles Segunda y Tercera a las 8:00 de la mañana empiezan a atender y cierran alrededor de las 10:00 de la noche, sobre todo en esta temporada del año en que repunta el número de clientes, a diferencia del verano en que disminuye un poco.
César Torres considera que Felipa ha conservado a sus clientes durante 6 décadas, gracias a la buena atención y al característico sabor que impregna a los elotes asados o cocidos preparados con su propia sazón.