Para don José Robles, el dedicarse a ser bolero ha sido muy especial en su vida, ha tenido la oportunidad de conocer a muchas personas, algunos de sus clientes se convirtieron en sus amigos y lo frecuentan en la caseta donde trabaja en la plaza Benito Juárez.
Entérate: [GALERÍA] A Don Juan, ser bolero, le brinda estabilidad económica en SLRC
Originario de Benjamín Hill, Sonora, desde hace 45 años, se ha dedicado a lustrar el calzado de mucha gente, y eso ha sido suficiente para salir adelante en ese tiempo, ya que es la única profesión que ha tenido.
“Esto no te hace rico, sin embargo, he podido aprovecharlo y sacarle el mejor partido posible a esto de bolear zapatos, es lo que sé hacer y me gusta”.
Agregó que ha tenido la oportunidad de hacer amistad con mucha gente a raíz de su profesión, y eso es algo que le ha dejado (aparte de lo económico) muy satisfecho, pero también siente una gran responsabilidad, ya que procura hacer lo mejor posible su trabajo, para que el cliente vuelva en otra ocasión.
Expresó que, en esta profesión, para él, hacer amigos es fácil, porque platica con los clientes y se forma una camaradería que valora mucho, y ha perdido la cuenta de cuántas amistades logró forjar en más de cuatro décadas en el mismo sitio donde ejerce su labor.
Dijo que comenzó con un cajoncito de madera, iba a las plazas para buscar clientes, así fue cómo comenzó su aventura en el negocio.
RECIBE LAS NOTICIAS DE TRIBUNA DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
Mencionó que de a poco fue creciendo, conforme se fue haciendo de más clientela y, por azares de la vida, lo trajo a San Luis Río Colorado, y siguió adelante, ejerciendo la misma labor que conocía.
Comentó que es padre de cinco hijos, todos mayores de edad, a quienes ve seguido, ellos lo apoyan en todo momento para salir adelante, así como él les ha respaldado a lo largo de sus vidas.
Don José ya es parte del “inventario” de la plaza Benito Juárez, donde a pesar de que hay varios boleros en el sitio, la gente lo elige a él, y con gusto les lustra el calzado, sin importar si hace calor o frío.
Don José lleva 45 años dedicándose a sacarle brillo a los zapatos de los sanluisinos, una profesión que le deja satisfacciones.